"Firma porfi". Era la petición que ayer hacía una pequeña alumna del colegio público Don Benito, al mismísimo presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; recibido en el centro como si fuera un jugador deportivo de élite pero al grito de "¡presidente, presidente!". La quincena de escolares que esperaban su llegada - estudiantes de Infantil en una de las escuelas más veteranas del barrio de Schamann- salían entusiasmados tras con la rúbrica del máximo responsable de Canarias en hojas papel y hasta en el dorso de las manos al faltarles folio. "¡Voy a ser rico!", gritaba uno, mientras otro salía corriendo con "¡Tengo la firma, tengo la firma del presidente!".

El presidente del Gobierno, que estuvo acompañado por la consejera de Educación Soledad Monzón, comprobó cómo discurren los primeros días en el colegio, después de que fuera recibido en el salón de actos con una interpretación musical de los escolares más mayores del centro. Clavijo descubrió como los pequeños aprenden los días de la semana, mientras que en otro aula los mayores hacia un ejercicio de refuerzo positivo manifestando las cosas buenas que tienen sus compañeros.

Khady y Samuel fueron los primeros en salir a la palestra de una gran margarita, donde se anotaban sus aspectos más destacados. "Es muy graciosa; es muy bonita", decían de la pequeña, mientras que de su compañero resaltaban lo valiente y agradable que era, así como lo inteligente.

Tras la visita, Clavijo salió para inaugurar el curso académico universitario de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

El colegio Don Benito, que lleva sesenta años abierto en el barrio, cuenta este año con un nuevo equipo directivo, liderado por Antonio Fontecha Benítez. El colegio ha ido perdiendo alumnado con el paso del tiempo debido a la caída de la natalidad, el envejecimiento de los vecinos, así como el surgimiento de otros centros a su alrededor, tal y como le ha ocurrido a otros colegios públicos de la capital construidos en la misma época. De contar con más de 500 alumnos ha pasado a tener 270 alumnos de Infantil y Primaria en este curso. Lejos de ser un factor negativo para el aprendizaje se ha convertido en algo positivo para el alumnado porque reciben una atención más personalizada como ayer se pudo comprobar durante la visita, en la que una maestra enseñaba a leer en voz alta a una niña que empieza segundo de Primaria y que aún le costaba encadenar bien las sílabas y las palabras.

Fontecha manifestó que el nuevo equipo directivo está "muy ilusionado" con poner en marcha el nuevo proyecto educativo. Entre los principales proyectos figura el aumentar las unidades para paliar el descenso de alumnos, mejorar las instalaciones y crear un espacio para realizar actividades de psicomotricidad además de impulsar una metodología de trabajo más dinámica que anime a los niños a venir "contentos al colegio".

En este sentido, la visita de Clavijo fue clave ya que el director solicitó al presidente recursos para la construcción de un espacio de psicomotricidad, "fundamental para los niños de Infantil". Educación renovó el pasado año el piso del patio escolar y arreglo la antigua cancha de baloncesto.

El centro, que tiene veinte maestros, está en buenas condiciones pese a que se abrió en 1961 bajo el nombre de Reyes Católicos, aunque hace unos años cambió su denominación en honor al escritor grancanario Benito Pérez Galdós. "Queremos sacar lo mejor de los alumnos, del colegio y de la zona", dijo Fontencha. Ya han puesto en marcha un peculiar laboratorio , donde los chicos pueden manipular cosas y aprender matemáticas, debatir o expresar ideas. Otro de los proyectos es impulsar los hábitos de lectura y la oratoria.