La apuesta por la bicicleta tiene el respaldo de los ciudadanos. Hasta una delegación chicharrera, con sus camisas de Tenerife por la Bici, vino ayer desde La Laguna para disfrutar de la gran fiesta de las dos ruedas y, de paso, apoyar el proyecto de la capital grancanaria, que espera estrenar antes de finalizar el año 15 kilómetros de carril bici de los 25 previstos por el Ayuntamiento para impulsar el uso de este vehículo como transporte alternativo al coche, según anuncia el alcalde, Augusto Hidalgo.

Los técnicos han comenzado a realizar las mediciones topográficas en el Paseo de San José o León y Castillo, a la altura de Triana, dos de las zonas que estrenarán los nuevos tramos junto a Primero de Mayo y Francisco Gourie. "Queremos que los carriles atreviesen las calles principales de la ciudad para que la bicicleta sea una alternativa real de transporte", añade el concejal de Movilidad, Promoción Económica y Ciudad de Mar, José Eduardo Ramírez.

Y es que la intención no es sólo moverse por ocio en bici, sino desplazarse al trabajo o para realizar cualquier otra actividad diaria. "Queremos llegar al 10 % de desplazamientos en bicicleta", lanza Hidalgo como meta a medio plazo. La apuesta es complicada porque Sevilla, que es el modelo a seguir, está en el 7 % de desplazamientos en bici.

Las Palmas de Gran Canaria no cubre el 1 % de los viajes en bicicleta, pero el Ayuntamiento espera que los nuevos carriles reviertan la situación para ganarle terreno al coche. El primer paso ha sido la Syticleta, un servicio de préstamos de bicis que ha pasado de 75 a 400 unidades, con mejores bicicletas cada 500 metros y 14.000 usuarios del bono anual, así como iniciar las obras de la MetroGuagua, que son los dos ejes del plan municipal de movilidad urbana sostenible.

"Hemos tomado la vía principal de Las Palmas de Gran Canaria con la bicicleta, pero vamos a conquistar más espacio en los próximos meses porque esto es un camino sin retorno. Nuestra prioridad es el peatón y después la bicicleta, el transporte público de alta ocupación y el coche", asegura el regidor, que participó en el recorrido por la Avenida Marítima con una Syticleta.

Los participantes salieron de Belén María y Manuel Becerra sobre las 11.00 horas, a su ritmo por la Avenida Marítima, que se cerró al tráfico en dirección Sur para deleite de los ciclistas, hasta llegar al parque de San Telmo y enfilar por Venegas el circuito interno que culmina en la Fuente Luminosa, donde hubo animación infantil, gastronomía y música, con un concierto de los Salvapantallas que cerró la celebración de la Semana Europea de la Movilidad. Según la organización, asistieron 8.000 personas entre ciclistas y entusiastas de las dos ruedas.

A la cabeza del pelotón estaban África y Carla Prieto, dos jóvenes del colectivo tinerfeño, que participa por primera vez en la Fiesta de la Bici. También Luca, un niño de siete años que causó sensación con su chopper del 77. El padre, Omar, la trajo de Birmingham y la restauró para su hijo. "Me la regalaron cuando se estrenó Star Wars y le tengo mucho cariño porque era la bici de mi infancia", cuenta este profesor inglés, que vive en Teror y ayer aprovechó el cierre de la Avenida Marítima para rodar con su amigo Orlando Herrera, este último también con su hijo Mikel.

Ambos padres enseñaron a sus hijos a circular, con especial atención a los peligros que acechan en la carretera, pues creen que la ciudad está lejos de otras urbes europeas donde la bici goza de más respaldo social, como Londres, donde las aceras son más anchas y la red de carriles está mejor organizada. "Aquí todo es muy caótico y además está el problema de la conexión con la parte alta de la ciudad", opina Herrera.

El Ayuntamiento es consciente de esa limitación y espera superarla con esos 15 kilómetros de carriles que se empezarán a construir en las próximas semanas.

Además, en una segunda fase del proyecto, está previsto que comiencen a circular bicicletas eléctricas, con la finalidad de superar los desniveles de la ciudad y conectar la parte baja con la alta. Primero se empezará, de forma experimental, con conexiones a determinados puntos, donde se podrá dejar la bici eléctrica y coger luego una normal para completar el trayecto.

El edil de Movilidad espera que con los nuevos carriles aumente la demanda privada de bicis y se genera un volumen de negocio que sustente por sí mismo su uso como transporte alternativo al automóvil, con los beneficios que ello supondría para la salud de la ciudad y sus residentes.