Cerca de 1.500 personas hicieron cola ayer ante la Casa del Turismo para optar a una de los 30 puestos de trabajo que ofertaba la cadena Silken para el nuevo hotel boutique que construye en Las Palmas de Gran Canaria. La convocatoria, anunciada el pasado día 20, desbordó a los propios organizadores, que no se esperaban tanta asistencia de personas. La fila se formó a primera hora de la mañana y llegó incluso a bordear el edificio Miller y el Museo Elder a media mañana.

El nuevo hotel, situado en primera línea de la playa de Las Alcaravaneras -León y Castillo, 329 y 331, - es el segundo que la cadena levanta en Canarias en unión con empresarios locales y se llamará Silke Saaj Las Palmas. El establecimiento, de cuatro estrellas y de carácter urbano, tendrá 66 habitaciones distribuidas en seis plantas.

El propio director corporativo de Recursos Humanos de hoteles Silken, Amado Jiménez, pidió disculpas a los demandantes de empleo por el tiempo de espera que tuvieron que soportar a pleno sol para entregar el curriculum. En principio, entraban a la sala que habitualmente tiene la concejalía de Turismo para ofrecer ruedas de prensa en grupos de cincuenta personas, pero ante la aglomeración se agrandó el grupo a 75. También se dio la posibilidad de enviar el curriculum por correo electrónico e incluso se abrió otra sala para agilizar el trámite para que los que habían acudido a la convocatoria tuvieran opción de entregar su expediente laboral hasta las tres de la tarde.

Jiménez, y el personal de la cadena que le acompañaba, explicó brevemente las características del hotel y las necesidades de plantilla: Treinta persona para cubrir puestos en recepción, restauración, cocina, limpieza, mantenimiento, administración, compras, relaciones públicas, organización de eventos. En definitiva, el equipo humano necesario para la puesta en marcha del hotel urbano, que se inaugurará a finales de noviembre ya que aún quedan cosas por terminar como, por ejemplo, la propia fachada.

Jiménez señaló que el perfil que buscaban no era solo personas con conocimientos para el puesto a desempeñar, sino también trabajadores comprometidos y con actitud. "Que tengan ganas de trabajar con nosotros; que estén locos por hacerlo; que sean felices en el trabajo y que sonrían". Y explicó que habían optado por una convocatoria pública porque pensaban que "era mejor" para la selección de personal ver a los demandantes "a los ojos", aunque ante el número de personas que se presentaron fue difícil tener ese acercamiento. En ningún caso dijo se trataba de una fórmula publicitaria. Las personas entregaron el curriculum y, posteriormente, la empresa seleccionará a los posibles candidatos. Concertará con ellos una cita; y si pasan la criba acudirán a una segunda más profunda. De ahí saldrá la plantilla.