La trama societaria investigada por blanquear capitales de dos grandes constructoras invertía al año una media de 850.000 euros en obras de arte, según se desprende de los informes remitidos al Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional.

Las empresas "pantalla", entre 2008 y 2013, facturaron 8,1 millones de euros a FCC por obras en la Ciudad de la Justicia o la ampliación del muelle de Santa Catalina que no se corresponden con la realidad, así como otros 3,4 millones a Comsa por trabajos de dudosa justificación, como la aclimatación del Jardín Botánico del municipio tinerfeño de La Orotava, con unos gastos cercanos a los 400.000 euros. La compañía que supuestamente suministró el material para ese servicio, Cofhisa Obras y Proyectos SLU, carece de personal y se ha dedicado a comprar en los últimos años una importante colección de arte.

Cofhisa Obras es administrada por Fernando Fernández Ibánez, también empleado de alta cualificación en Comsa durante los años investigados y, según el sumario judicial, principal suministrador de facturas irregulares al entramado de proveedores y sociedades que, a su vez, contrataba con las constructoras para ejecutar la obra pública adjudicada por las administraciones, bien de forma directa o a través de uniones temporales de empresas en las que siempre participaba FCC o Comsa.

En esa cadena de intermediarios está el fraude fiscal destapado por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), con delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y blanqueo de capitales o estafa, pues Cofhisa Obras carece de trabajadores y sólo declara gastos por la adquisición de cuadros, esculturas y objetos de coleccionismo. De ahí que se la considere una empresa "intermediaria" y "ficticia" orientada a justificar los gastos con facturas amañadas.

Es más, Poseidón 2012 SL, que está controlada por Juan Carlos Delgado Neyra, principal imputado junto con el alto ejecutivo de FCC Juan Antonio Madrigal Martínez-Pereda, utilizó a Cofhisa como proveedor para realizar los jardines botánicos de La Orotava, cuando esta empresa carecía de acopio de picón y sólo invertía en arte, por citar uno de los ejemplos en los que existe vinculación con la trama de sociedades de Delgado y Madrigal, ambos relacionados con una red de 30 entidades y administradores "de paja" especializada en blanquear capitales de manera organizada.

A Poseidón la sustituye en los trabajos del muelle Santa Catalina Marine Explorer SL, también vinculada a Delgado Neyra, entre otros compañías cuyos gastos no son deducibles porque no coinciden con los declarados por su principal proveedor: Fernando Fernández Ibáñez, que no sólo operaba a través de Cofhisa, sino con Hermanos Uarte Obras y otras.

A modo de ejemplo, de los gastos declarados por Cofhisa en 2012, sólo una de 22 operaciones se corresponde con un proveedor de la construcción y el resto con galerías de arte de prestigio nacional e internacional, como Sothebys, Cristie's o Galerie Lelong, entre otras. De la ahí la pregunta que flota sobre los 10.000 folios del sumario judicial: ¿Qué tipo de bien puede proporcionar una galería de arte a una empresa o UTE que está especializada en obra civil?

La UDEF intervino en Madrid y Gran Canaria, donde Fernández Ibáñez tiene propiedades, 99 cuadrados, esculturas y fotografías. Se trata de artistas como Chillida, Barceló, Miró, Jaume Plensa o Richard Serra, por citar algunos de los autores más destacados. Cofhisa gastó en 2011, 2012 y 2013 una media de 850.000 euros en arte, más otros 500.000 euros en 2014.

Una parte de las 77 obras decomisadas en Madrid por la Brigada de Patrimonio Histórico están bajo custodia en el Museo Reina Sofía. Respecto a la veintena de cuadros intervenidos en el sur de Gran Canaria, entre ellos un grabado de Pablo Picasso, el juez pidió auxilio al Gobierno de Canarias para depositar las piezas en La Regenta, pues la Ciudad de la Justicia carece de una sala en condiciones para ese menester.