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La excavación arqueológica de Punta del Diamante espera por la venia de Defensa

Urbanismo solicita al Ministerio la cesión de una parcela situada entre la carretera y el hospital Juan Carlos I para continuar con el proyecto del mirador

La excavación arqueológica de Punta del Diamante espera por la venia de Defensa

La Concejalía de Urbanismo espera por la cesión de unos terrenos, al lado del Hospital Juan Carlos I, por parte del Ministerio de Defensa, para reanudar la excavación arqueológica del Mirador de la Punta de Diamante, en la parte alta del Risco de San Nicolás, donde afloraron a principios de este año restos de la muralla de la plataforma defensiva que había en la zona en el siglo XVII. La aparición de estos vestigios obligará además a desviar la carretera (calle Sierra Nevada) por una parcela que pertenece al Ministerio de Defensa, para poder exponer al público los vestigios encontrados. Las obras están paralizadas desde el pasado mes de agosto, una circunstancia que el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, atribuyó a la espera de la autorización de Defensa, en el caso de las prospecciones, para continuar con los trabajos y, por otro lado, a las conclusiones del estudio que está realizando la empresa ArqueoCanarias, sobre la importancia histórica de los elementos encontrados, que marcará las directrices de lo que se hará finalmente en el mirador.

Urbanismo envió el pasado mes de agosto al Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (Invied) un escrito en el que solicitaba la cesión de una superficie de 646 metros cuadrados, que actualmente pertenecen al ministerio, para poder ampliar la excavación arqueológica hacia la zona sur.

Fuentes del Ayuntamiento han confirmado que el Ministerio de Defensa ve con buenos ojos la petición municipal y ahora se está a la espera de iniciar los trámites necesarios para hacer efectiva la cesión de los terrenos. Las fuentes añadieron que es posible que el próximo mes se pueda celebrar una reunión con los responsables del ministerio para adoptar un acuerdo.

Los arqueólogos de la empresa Arqueo Canarias, que está llevando a cabo las prospecciones, Valentín Barroso y Consuelo Marrero, consideran en un informe realizado el pasado mes de julio que sería muy conveniente para la ciudad, "desde el punto de vista arqueológico, histórico, museográfico e incluso desde el punto de vista turístico, ampliar la excavación porque ello permitiría poner en valor elementos del patrimonio militar que fueron relevantes en su momento porque formaron parte de la estructura defensiva del lugar y que, por tanto, son un "testimonio notable de la arquitectura defensiva que en este lugar se emplazó".

La carretera se desvió en su día para hacer la obra, con la idea de reabrirla cuando se terminara el mirador, pero la aparición del yacimiento obligó a modificar los planes. El Ayuntamiento está pendiente de la memoria que están realizando los arqueólogos en el que se determinará el valor de los restos. Se actuará en función de la importancia de los vestigios, explicó el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, quien indicó que la reanudación de las obras está pendiente de dicho informe. Si los arqueólogos concluyen que el yacimiento tiene un interés relativo, añadió, se puede dejar lo encontrado al aire. En el caso de que la importancia sea grande, que es lo más probable, "debemos modificar el mirador y dotar al yacimiento de accesibilidad para que la gente pueda bajar y verlo".

Doreste aseguró que las obras continuaron con normalidad hasta que los arqueólogos "pidieron más tiempo. Es una buena noticia haber encontrado un yacimiento arqueológico", indicó en relación a las críticas sobre la paralización de los trabajos.

Las excavaciones iniciadas a principio de este año permitieron sacar a la luz los restos de la gran fortificación de Punta de Diamante que hubo en la zona y que pasó a denominarse Plataforma de San Francisco después del siglo XVII.

Esa zona se fortificó después del catastrófico ataque a la ciudad del almirante holandés Pieter Van der Does en 1599. Aunque se había advertido de la necesidad de montar una plataforma en la zona, por ser un lugar estratégico para defender la muralla norte de la ciudad el cubelo de Mata y la fortaleza de Santa Ana. Según el arqueólogo e historiador Julio Cuenca, cuando se produjo el ataque del holandés "se colocaron precipitadamente varias piezas de artillería, porque se esperaba la invasión. Se colocaron cuatro o cinco sacres que jugaron un papel fundamental porque evitaron que se entrara en la ciudad mucho antes, porque la muralla de Bravo Murillo era de mala calidad, de piedra y barro y sin foso. Los holandeses abrieron varias brechas para poder entrar, pero la artillería de la Punta de Diamante evitó que se acercaran esas tropas, hasta que lo cañones se quedaron sin mu- nición".

"Después del desastre de Van der Does", añadió, "se tomó la determinación de construir en la Punta de Diamante una fortaleza, en lo que se tardaron varios años. Primero se construyó la muralla que subía por el cerro de San Francisco y después la Punta de Diamante. Dentro de esa Punta de Diamante habían varios aposentos, una zona para la pólvora, otra para la tropa y, en la parte de arriba, una gran plataforma donde estaban las piezas de artillería. La fortificación se veía desde el mar y tenía una altura considerable".

Varios siglos más tarde, en el XIX se construyeron cuatro obuses con sus plataformas, cuando la guerra de Cuba, que alteraron en parte la fortificación original. Las excavaciones han sacado a la luz las zonas donde estaban los obuses y los cuartos que formaban parte de las dependencias internas de la plataforma, así como parte de las murallas perimetrales de la plataforma, que estaban ocultas por unos muros con bloques a los que estaban adosados las chabolas, hasta que estas desaparecieron en 2005. Cuenca explicó el pasado mes de abril que lo aparecido es muy interesante porque "se ve la evolución de esa fortificación, desde el siglo XVII hasta finales del XIX".

Los arqueólogos son partidarios de que se recupere la fortaleza original, la plataforma y hacer la plaza en la explanada de arriba. La idea es hacer un mirador sobre un monumento histórico. El proyecto contempla también la conexión del mirador con la fortaleza de Mata.

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