La presencia en el Puerto de La Luz de una base logística del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas permite acelerar el tiempo de respuesta en casos de emergencia humanitaria un 60% (de 120 días de media a 38), según avanzó ayer el director adjunto de cadena de suministros de la organización, César Arroyo, en la conferencia La logística humanitaria en un contexto de crecientes emergencias de alto nivel que reunió a diversos representantes institucionales y empresariales en Casa África.

Arroyo, que tuvo que participar por videoconferencia desde la sede mundial del PMA en Roma por problemas con los vuelos, destacó el papel desempeñado por el depósito para respuesta humanitaria de Las Palmas de Gran Canaria en crisis como la del virus del ébola que afectó a va- rios países ribereños africanos, que requieren un trabajo constante de anticipación de situaciones catastróficas. En estos casos, explicó, la existencia de una red de oficinas y centros de suministro en la zona que permiten a los distintos agentes implicados mantener una actitud proactiva. "Si esperamos y no entrenamos para esas respuestas estamos perdiendo", insistió.

El Puerto de La Luz sirvió como punto de partida, en los momentos más intensos de la epidemia, de los barcos que trasladaban alimentos hasta los centros de cuarentena instalados en los territorios donde el virus causaba más estragos. Desde el recinto capitalino se transportaba, además de comida, materiales de emergencia como almacenes portátiles e incluso productos de laboratorio imprescindibles en el diagnóstico de los pacientes o generadores eléctricos.

Las palabras de Arroyo están refrendadas por una evaluación interna llevada a cabo por la propia agencia en 2017, cuatro años después de que el PMA llegara a la Isla. Las conclusiones fueron positivas: Las Palmas de Gran Canaria aporta eficiencia económica a la que es, de hecho, una de las mayores agencias de la ONU, en aspectos como el transbordo de alimentos, la reducción del tiempo y el volumen de operaciones realizadas. Desde la Isla se han enviado en estos años 212.500 toneladas de arroz, aceite, harinas, alimentos infantiles o sorgo -la última partida de este cereal, de 7.500 toneladas, fue descargada en Silos Canarios a principios de octubre- que han sido distribuidas a casi dos millones y medio de personas.

El Programa Mundial de Alimentos es la principal referencia logística de Naciones Unidas y las instalaciones de Las Palmas de Gran Canaria no son ajenas a esta circunstancia. Las tasas de carga o descarga de mercancía en el centro está en 400 toneladas diarias en ocho horas en cada almacén y en 2.500 toneladas por 12 horas para la mercancía a granel. El PMA estima, además, que de cara al próximo año será posible alcanzar el medio millón de toneladas transbordadas desde las 432.867 registradas hasta finales de 2017. Solo en los primeros siete meses de 2018 fueron enviadas más de 13.000 toneladas a distintos puntos de África y América Latina.

A lo largo de estos años, el PMA ha convertido a Las Palmas de Gran Canaria en el punto de suministro exclusivo de alimentos adquiridos en el mercado internacional con destino a la costa occidental africana, desde Mauritania a Benin. No pasa un año sin que haya al menos una emergencia alimentaria en estos estados, según destaca la organización.

El Programa Mundial de Alimentos subraya además varios elementos que hacen del centro instalado en el Puerto de La Luz un caso de éxito. Por un lado, su posición estratégica cerca de los países de África Occidental. Por otro, el clima y el funcionamiento del puerto, que permiten realizar operativas sencillas a lo largo de todo el año. También la colaboración de las administraciones públicas y el sector privado, cada vez más participativo en las acciones llevadas a cabo por el PMA, y por último, la seguridad jurídica y política que aporta el marco legal europeo bajo el que se encuentran las islas Canarias.

Aunque la llegada del centro logístico a Las Palmas de Gran Canaria no se hizo pensando en el beneficio económico, la contribución española a la base también ha supuesto un importante retorno en la economía local. En concreto, de cada dólar que España invierte en la base, 96 céntimos permanecen en la economía canaria. La estimación global realizada por la ONU indica que la inversión del PMA en la Isla ha sido durante estos años de 7,8 millones de dólares.

Tras este primer lustro, la organización se prepara en estos momentos para una extensión del proyecto hasta 2020 durante la que aumentarán las contribuciones aportadas por otros donantes, algo que de acuerdo con el PMA supone el establecimiento de una estrategia de sostenibilidad a largo plazo que reforzará aun más el papel de la Isla en el entramado logístico de la ONU. De momento, la organización espera resolver su traslado al nuevo almacén en la zona de La Esfinge desde la instalación actual del Sanapú para crear allí una nueva enfocada al preposicionamiento de alimentos que permitirá, además, ganar 500 metros cuadrados de espacio.