Un estruendo alertó en la tarde de ayer a los 129 pasajeros y 21 tripulantes del fast-ferri Alborán de Naviera Armas que cubría la ruta Las Palmas de Gran Canaria - Santa Cruz de Tenerife. La incertidumbre de qué había pasado se adueñó del buque cuando navegaba a la altura de Bañaderos, en Arucas. El capitán decidió dar la vuelta y regresar al puerto de La Luz, de donde había partido casi una hora antes al detectar una vía de agua. En el camino vio a varias personas en el agua y en las inmediaciones numerosos chalecos salvavidas flotando junto con restos de madera y un contenedor, sobre el que se había resguardado uno de los náufragos. La alarma llegó entonces a las salas de emergencia. Las primeras informaciones dadas por la tripulación apuntaban a que podría haber unas quince personas en el agua después de la colisión del ferri contra una pontona. Un amplio dispositivo se trasladó al lugar y un helicóptero rescató a tres personas en buen estado de salud, quienes indicaron que eran los únicos ocupantes del Trames Uno, el pequeño barco que había volcado y quedó semihundido por el impacto. La embarcación rápida arribó al muelle de La Esfinge visiblemente escorada a babor.

Todo sucedió en torno a las 16.29 horas. El catamarán navegaba a 28 millas náuticas (52 kilómetros por hora) de velocidad en dirección a la capital tinerfeña cuando el capitán no se percató que en su camino había una pequeña embarcación de 25 metros de eslora cargada con dos contenedores en los que transportaba una cámara hiperbárica y diferente material de buceo. La colisión sobrecogió a todo el pasaje, que sintió un fuerte golpe. El ferri aminoró la marcha y la tripulación decidió dar la vuelta para volver al Puerto para así poner a salvo a las 150 personas que viajaban en su interior al detectar que varios compartimentos se habían inundado de agua, tal y como le indicaron desde Salvamento Marítimo. Así, observaron que habían colisionado contra otra embarcación y que había varias personas en el agua, decenas de chalecos salvavidas, un contenedor y otros materiales flotando.

En el primer reporte dado a Salvamento Marítimo se hablaba de quince personas en el agua, aunque la información era confusa. El organismo estatal de rescate movilizó entonces al helicóptero Helimer 202, las patrullera Miguel de Cervantes de Salvamento y la Río Tambre de la Guardia Civil, así como la Salvamar Nunki. Los miembros de la aeronave fueron los primeros en personarse en el lugar de los hechos y procedieron al rescate de tres personas de nacionalidad española, que estaban subidas a un container que quedó semisumergido y en una de las balsas salvavidas que se había desplegado. El primero de ellos les aseguró que eran los únicos que estaban en el lugar en esos momentos, por lo que se desactivó la búsqueda de más ocupantes. La tripulación del Trames Uno, que había zarpado del muelle de Taliarte con destino a Santa Cruz de Tenerife, fue evacuada hasta el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, aunque con lesiones leves. Uno de ellos tenía una herida en un pie, otro presentaba una hipotermia leve y el tercero resultó ileso.

Este último incluso no dudó nada más bajarse del helicóptero en coger un taxi para dirigirse hasta el muelle de La Esfinge, donde hacía ya más de una hora había atracado el ferri Alborán con una escora considerable a babor debido a que tres espacios vacíos se habían inundado. Su intención era recriminar al capitán la maniobra realizada, según indicaron varias fuentes consultadas. Sin embargo, los agentes de los cuerpos de seguridad que estaban en el lugar le impidieron que accediera al fast-ferri, precisaron las mismas fuentes.

El ferri, por su parte, permanecía anoche en los muelles de la terminal de pasajeros de Naviera Armas en La Esfinge. Los buzos inspeccionaron el casco para determinar el alcance de la avería en los espacios afectados, lo que precisará de la inmovilización del buque y su varada en Astican para proceder a la reparación de los desperfectos. Dos de 129 pasajeros sufrieron sendas crisis de ansiedad leves, mientras que los 21 tripulantes resultaron ilesos. Los vehículos que iban en la bodega no registraron desperfectos. Los viajeros, a su llegada, relataron la escena y los momentos de nerviosismo que se vivieron al principio, cuando vieron un contenedor flotando que pensaban que se había caído del propio ferri. Estos llegaron a tirar varios chalecos salvavidas a las tres personas que se encontraban en el mar, lo que hizo que la tripulación pensara en un primer momento que pudiera haber una quincena de náufragos.

En el punto donde se produjo la colisión permaneció anoche la Miguel de Cervantes para custodiar el remolcador Trames Uno, propiedad de la empresa gallega Trabajos de Buceos Trames que quedó volcado y semihundido. Salvamento Marítimo indicó que a primera hora de hoy se evaluará la posibilidad de remolcarlo y si se procede a recuperar el contenedor que quedó flotando y fue balizado.

Este es el segundo accidente grave en el que se ve involucrado la compañía canaria en poco más de año y medio en las aguas isleñas. En abril del año pasado, el ferri Volcán de Tamasite se quedó sin control y colisionó contra el espaldón del muelle de La Esfinge, de donde había zarpado solo unos minutos antes en dirección a Santa Cruz de Tenerife. En aquella ocasión, viajaban en el buque 140 pasajeros y 33 tripulantes. Un total de trece ocupantes tuvieron que ser atendidos por lesiones y crisis de ansiedad de carácter leve.