Día sí y día también Manuel Miranda y Conchi Solares tienen que precintar la puerta de su casa del edificio número 5 de la calle Montejurra para evitar que entren los malos olores o, en caso de días de lluvia, el lodo que rebosa de la vivienda de enfrente donde se ha formado una piscina de aguas fecales. El motivo es una arqueta en mal estado que, a pesar de estar dentro del zaguán del piso afectado, está colocada en suelo de propiedad municipal. Una situación que el matrimonio ha denunciado desde hace más de una déca-da sin éxito en numerosas ocasiones y que el concejal de Aguas, Roberto Santana, se ha comprome-tido a comprobar de primera mano en los próximos días para tomar medidas.

Los problemas para numerosos residentes de este barrio de Las Rehoyas empezaron cuando el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria decidió levantar hace unos años unas pequeñas tapias delante de los bloques de pisos de la citada calle. Hasta ese momento el depósito que conecta con la red de alcantarillado se ubicaba en la vía pública, pero al finalizar las obras las arquetas quedaron dentro de los pequeños patios que se construyeron delante de cada bajo. Es decir, pasaron a estar en el perímetro de una propiedad privada, "aunque en suelo público", aclaran.

"El problema", explican, "es que las tuberías de estas edificaciones son tan finas que no dan abasto". Eso sumado a que la arqueta de la casa de enfrente está rota, hace que cada vez que llueva el agua sucia rebose, se meta dentro de la vivienda y vaya directa a su hogar. De ahí que el matrimonio se eche a temblar cada vez que hay alertas por precipitaciones.

El tema se ha vuelto tan insostenible que desde hace meses el propietario del bajo afectado no puede residir en él. La insalubridad se respira desde la calle y así lo han denunciado desde hace 12 años Miranda y Solares que han presentado varias quejas formales en las Oficinas Municipales. La última fue, concretamente, el pasado agosto. Pero lo único que se ha hecho hasta la fecha es "abrir una enorme zanja a la altura del número 3 de la calle Montejurra" donde mismamente ayer se extrajeron aguas fecales. "Pero esa no es la solución para nosotros porque nuestro problema es la arqueta rota. Y no solo es la de mi vecino la que da problema porque hay una por cada dos viviendas y precisamente dos bloque más arriba a los vecinos del bajo les salen las aguas fecales por la ducha. Así que tienen que arreglarnos esto", cuenta Manuel Miranda. Por lo pronto, Roberto Santana se comprometió ayer con el matrimonio a visitar su edificio en persona para valorar la situación.