A la sombra de una buganvilla y con el rumor del agua de la Vega de Río Palma de fondo, Jesús de Nazaret nació ayer en un pesebre majorero. Faltan 35 días para el 25 de diciembre, pero la Virgen María alumbró al niño la pasada tarde en el Belén que cada año organiza Hiperdino en su supermercado de Miller Bajo, con el belenista Fernando Benítez Henríquez como creador una vez más. Este artesano ha plasmado en unos pocos metros cuadrados la esencia de Fuerteventura, sus campos, sus pueblos y, sobretodo, sus gentes. Al tratarse de un Belén Solidario, los donativos del público serán entregados a la Asociación Síndrome de Down de Las Palmas. Una señal más de que la Navidad ha llegado a la capital.

El recorrido por esta Maxorata de miniatura comienza en el viejo Puerto Cabras, actual Puerto del Rosario. Mujeres y hombres a lomos de sus camellos y burros van desde Tetir, localidad del interior de la isla cuya iglesia es visible a lo lejos, hasta la fonda de José Sánchez, en la capital. Estos campesinos viajan cargados de quesos, con alguna esperanza de poder venderlos en una de las posadas más reseñables de la villa a finales del siglo XIX.

Para recrear este establecimiento con más de un siglo de antigüedad, hoy desaparecido, Benítez ha utilizado imágenes históricas del archivo fotográfico de la Fedac. "Me he documentado con fuentes antiguas y actuales para reproducir cada uno de los monumentos", apunta el belenista, orgulloso de un trabajo arduo de meses.

El recorrido continúa por Tuineje, con la iglesia de San Miguel Arcángel como protagonista. Aunque, no se debe pasar por alto una casa cueva encaramada en las rocas, entre aulagas y palmeras. Y, en las inmediaciones, multitud de camellos, cabras y cochinos junto a costureras y artesanos varios.

A paso ligero, el visitante pronto se sumerge en la opulenta villa de Betancuria. Aquí las mujeres cambian sus humildes ropajes de campesinas majoreras por unos trajes más elaborados, "más propios de la burguesía", explica Benítez. El torreón de la iglesia de Santa María domina el horizonte al final del camino. Una zona encajada entre montes, por donde discurren las palmeras y los rebaños de cabras salvajes.

Las casas principales, inspiradas en la arquitectura tradicional majorera, guarda todo lujo de detalles. Hay pan de puño al horno, una mujer lavando ropa en una pileta, un señor encalando una casa y hasta un hombre se atreve a ofrecer sus ristras de chorizos a señora que pasaba por allí.

Reyes Magos de Oriente

Un grupo de señoritas con sombreros de ala ancha, el traje folclórico más representativo de Fuerteventura, quitan protagonismo a los tres Reyes Magos de Oriente, los cuales llegan por el caminito de Antigua desde la Casa de los Coroneles. La vieja mansión aristocrática de La Oliva se perfila en el horizonte, mientras, Melchor, Gaspar y Baltasar y sus pajes caminan junto a los molinos de viento del campo majorero.

El recorrido no termina aquí. Porque tras las bellas muchachas engalanadas se levantan los mayores montes de esta ficticia Fuerteventura. Y allí, entre roca y roca, en la misma boca de una cueva, se encuentra un grupo de cabreros que están siendo advertidos por el ángel anunciador: ha nacido el niño Dios junto a la Vega de Río Palma. Los pobres pastores tendrán que desperezarse, pues la mayoría están dormidos. No obstante, al otro lado de la cueva se divisan las montañas de Jandia y las paradisiacas playas de Cofete.

Tras esos montes, Benítez ha representado los valles de Betancuria cargados de agua y palmeras, inclusa el riachuelo da para lavar las sábanas a un par de señoras. Junto a este arroyo, solo hay una vivienda. Allí, entre María y José, con la mula y el buey a su lado, nació Jesús. "A la sombra de una buganvilla", apostilla Benítez.

El belenista reconoce que reproducir la aridez del paisaje majorero ha sido lo más complicado en estos meses de preparación. "Obtener las tonalidades adecuadas es díficil, hay que utilizar muchas patinas de pintura diferentes", señala. No obstante, en este Nacimiento destacan la ausencia de cultivos o zonas verdes. "Había que representar el campo de Fuerteventura tal como es", matiza. Los visitantes podrán visitar el Portal hasta el próximo 5 de enero, víspera de Reyes.

Sus Majestades de Oriente no pudieron acudir al acto de inauguración de ayer. Quienes sí se desplazaron hasta Miller Bajo fueron Pablo Rodríguez, vicepresidente del Gobierno de Canarias; Antonio Morales, presidente del Cabildo; y Augusto Hidalgo, alcalde de la capital grancanaria. Junto a ellos, Hipólito Cabrera, vicario de la Diócesis de Canarias y representantes del Grupo Hiperdino, entre ellos José Abraham Domínguez Santana, y la Fundación DinoSol. Por último, un joven de la Asociación Síndrome de Down deseó Feliz Navidad a los invitados y les pidió crear una sociedad más enriquedecedora y diversa.