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El negocio del agua | Cambios en la propiedad de la compañía mixta

Wallenberg, la vinculación canaria de los nuevos propietarios de Emalsa

La saga sueca era dueña de la empresa que opera el cable submarino que conecta el Archipiélago con Cádiz

Wallenberg, la vinculación canaria de los nuevos propietarios de Emalsa

La familia Wallenberg, que ha asumido las riendas de la compañía francesa Saur, dueña de Emalsa, cuenta con intereses económicos en Canarias, no solo en el negocio del agua, sino en otros campos industriales como las telecomunicaciones. Sin ir más lejos hasta hace unos eran dueños de IslaLink, el operador junto al Cabildo de Tenerife del cable submarino que conecta el Archipiélago con Cádiz. Asimismo, uno de los integrantes de esta saga familiar sueca es habitual de Gran Canaria, donde descansa, juega al golf y navega con frecuencia.

Los nórdicos entraron en el panorama grancanario y, más concretamente en el de la capital, gracias a su fondo de inversión EQT, el cual asumió oficialmente el pasado viernes el control de la empresa francesa y, por ende, se ha convertido en el socio mayoritario de Emalsa. Saur, que tenía el 33% del capital social ha adquirido también el otro 33% que poseía Sacyr Vallehermoso (a través de su filial Valoriza), con quien ha gestionado desde 2005 la empresa mixta de aguas junto con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

De este modo, el 66% de la compañía queda ahora en manos suecas, si bien el Consistorio capitalino anunció el pasado mes de octubre su intención de tomar medidas legales. Y es que un informe de los servicios jurídicos municipales consideró ilegal la venta de parte de Emalsa al no tenerse en cuenta el derecho preferente de la Administración local a la compra de acciones dado que no solo posee un 34%, sino que, además, es el propietario de la empresa. Es decir, con esta operación se ha vulnerado el derecho de tanteo del Ayuntamiento, pero también la prohibición de que un único socio privado aglutine más del 49%.

La operación se llevó a cabo con el traspaso de Sacyr Vallehermoso de las acciones que tenía a través de Valoriza a otra sociedad de su propiedad, Nuinsa. Fue precisamente esta última la que adquirió Saur, quien ahora pertenece a la familia Wallenberg que compró hace unos meses la empresa francesa mediante su fondo de inversiones EQT.

Los suecos pertenecen a una de las sagas de empresarios más importantes de su país donde tienen presencia en diversos sectores económicos e industriales. Sus negocios están vinculados a ámbitos como el de las telocomunicaciones, pero también al farmacéutico, el hotelero, la defensa o la automatización. Asimismo, desarrollan una fuerte labor filantrópica gracias al apoyo que otorgan al mundo de la educación y la investigación.

Según señalaba en 2017 uno de sus principales dirigentes, Jacob Wallenbert, al diario Franffurter Allgemeine, el holding Wallenberg es el segundo grupo financiero privado más importante de Europa. La familia cuenta con FAM AB, un fondo inversor propiedad de las tres principales fundaciones filantrópicas, pero también con Investor AB, donde aglutina los negocios e inversiones internacionales y donde está EQT. Además del monopolio privado de Emalsa, la saga nórdiac también controla otras empresas como Ericsson, Electrolux, Saab, ABB, Scania, Wärtsilä, 3 Escandinavia o Nasdaq.

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