El asfalto y la carretera no llegan hasta el número 53 de la calle Las Cuevas, en el barrio capitalino de Marzagán, tampoco lo hace un servicio tan básico como es el alcantarillado. Ir al Hospital Insular a recibir un tratamiento puede convertirse en una auténtica odisea. Cuando María del Carmen Sosa Cáceres se operó por primera vez de una rodilla su hija tuvo que llevarla en una carrucha de obra por una la ladera hasta la ambulancia.

En la segunda operación los problemas se repitieron al volver a casa. "Cuatro horas me tuvieron tirada en la carretera", apenas a cien metros de su vivienda, "los enfermeros no tenían el calzado adecuado para llevarme por el camino de tierra", relata, pues además llovía y aquello era un peligroso barrizal. Su esposo, Juan Miranda Cáceres, padece de diabetes y también tiene dificultades para caminar. "Mi hija es quien nos ayuda con todo, se encarga de limpiar el camino, pero ella no puede estar siempre cortando tuneras", señala. "Solo pedimos que nos hagan un camino mejor, unas escaleras decentes para ir hasta la carretera", añade.

A todo esto se le suma que la hija está en situación de desempleo y el señor cobra una pensión escasa. Los vecinos de Marzagán han propuesto de cara a los presupuestos participativos de 2019 mejorar la accesibilidad y realizar una red de aguas pluviales en esta calle del barrio, pues carece de la misma.