En próximos días iniciaré un viaje que me llevará, a través del Atlántico, a tierra sudamericana, ya perdí la cuenta del número de veces que crucé este inmenso océano, de seguro que sobrepasa la veintena? Antes de emprender el vuelo quisiera transmitirles, estimados lectores, la significación de aquel memorable viaje del Plus Ultra que hiciera posible que el Atlántico Sur fuera asequible y seguro a través de los medios aéreos. Ciertamente, a estas fechas, no conmemoramos un aniversario destacado?, solo que el próximo 10 de febrero se cumplirá el 93 año de la llegada a Buenos Aires de aquel histórico hidroavión pilotado por el comandante Ramón Franco al que acompañaba una excelente tripulación.
Si me siguen en la lectura de este artículo, les ruego lo hagan, conocerán el motivo por el que traigo a colación este tema, asunto que ha sido tratado infinidad de veces pero que, en esta ocasión, está marcado por un interés local.
El doctor en Historia Contemporánea y profesional militar de aviación, gran amigo y compañero, en su libro Para las Aves de Paso (Nacimiento de la Aviación en Canarias), principal fuente que ha sido y es para los que gustamos de estos aconteceres, relata los distintos actos celebrados en honor de los tripulantes del Plus Ultra a su llegada a Gran Canaria y señala que en oficio del Ayuntamiento de Las Palmas, de 6 de febrero de 1926, se invita al Cabildo a los distintos actos a celebrar, entre ellos el "descubrimiento de la lápida de mármol que dará el nombre de 'Comandante Franco' al jardín de donde parte el muelle de Santa Catalina, en el Puerto" (A. C. I., 1. 2. 2., Exp. 928, nº 1, Leg. 1).
El Cabildo consideró que Ramón Franco sería un "extraordinario valedor para el establecimiento del Aeropuerto de Gando" y El Liberal: "Consideraba como una consecuencia lógica del éxito del Plus Ultra el que en muy breve plazo se llevara a la realidad el magno proyecto de establecer la vía aérea Sevilla-Las Palmas-Buenos Aires?" (Ramírez, p. 88).
Por estos años, los adelantados de la aviación eran: Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Italia, incluso Holanda y Portugal. Con el gran vuelo del Plus Ultra, España se integró en esta pléyade de países que estaban convencidos de que la aviación sería elemento esencial para el desarrollo y comunicación entre los pueblos del mundo.
Las autoridades grancanarias asimilaron con gran rapidez que nuestra Isla se convertiría en una gran lanzadera para África y América? Antes del Plus Ultra pasaron por Gran Canaria los portugueses Coutinho y Cabral, lanzados hacia América en la primera travesía del Atlántico Sur. Después de la llegada de Ramón Franco, tocaría en Gran Canaria la patrulla Atlántida, camino de Guinea Ecuatorial y así iríamos enumerando una serie de vuelos que convertiría a Gran Canaria en una estación aérea, idea plasmada en El Tribuno del 2 de febrero de 1926 por el ingeniero Manuel González Cabrera.
No voy a desarrollar, amables lectores, la narración del formidable vuelo del Atlántico Sur, el segundo que se realizaba pero, en esta ocasión, con un solo avión (Coutinho y Cabral utilizaron tres aviones, que se fueron turnando por averías, para completar su hazaña). Mi intención es señalar la significación de este vuelo, el sentimiento que produjo en España y en el mundo entero, que reconoció la importancia de nuestra nación en el ámbito aeronáutico y la valía y audacia de nuestros pilotos en los distintos grandes vuelos que se fueron sucediendo.
Veamos algunos comentarios sobre el Plus Ultra:
"El vuelo de Franco a América fue para nuestras clase populares la revelación de la capacidad de los españoles para competir con el mundo entero en la ejecución de las más arriesgadas y difíciles empresas? Queda dicho que el vuelo del avión Plus Ultra fue un acontecimiento nacional y mundial?" (José Gomá Orduña, militar, ingeniero y escritor).
"Viaje muy duro para la tripulación. Pese a las cualidades del Dornier, el despegue fue muy penoso con la carga completa. En contraste, una demostración de elevado alcance, porque este itinerario es sin duda el de la línea comercial más rica" (Hirschauer/Dollfus- L'Année Aéronautique, 1926-1927).
La apoteosis en Buenos Aires fue indescriptible. El presidente de Argentina, Marcelo Torcuato Alvear, dio la bienvenida y felicitación a Franco y su tripulación y entregó un mensaje del rey Alfonso XIII; el cual, posteriormente, en comunicación directa con Franco, le dijo que en recuerdo de ese gran día le concedía la llave de gentilhombre y también a Ruiz de Alda y Juan Manuel Durán, "reservándome el demostrar mi gratitud al mecánico Rada".
Múltiples felicitaciones de personajes importantes de la época y de políticos recibió el Gobierno español tras la llegada a Buenos Aires del Plus Ultra: Una hazaña colosal?; la fe heroica en el esfuerzo, la audacia ante la muerte?; magnífica hazaña que el mundo admira? y, según el embajador de Argentina: el suceso mundial de más trascendencia en la actualidad?
En nuestra ciudad, también hubo un reflejo especial y singular hacia este vuelo por parte de un gran poeta, Domingo Rivero, el cual dejó constancia para la posteridad, a través de una décima, que tituló España, de la significación histórica de este vuelo:
España: en este momento/que eterno será en tu Historia/como un eco de tu gloria/que llegas en alas del viento,/sube por ti al firmamento/azul, un clamor mundial;/y el mismo sol que triunfal/brilló ayer en tu armadura,/proyecta en tu noche oscura/el Alba del Ideal.
La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, siempre atenta a los aconteceres de esta tierra y a sus necesidades, camino ya de su 250 aniversario? ¿para cuándo el justo reconocimiento a esta patriótica institución por parte del Gobierno de Canarias, junto a su hermana de Tenerife?...; decía, que la Económica, allá por el 2001, cuando se cumplía el 75 Aniversario de los grandes vuelos de la Aeronáutica española, decide organizar una serie de actos para recordar estos hechos de gran trascendencia que fueron para el desarrollo de nuestra aviación. El programa de actos incluía distintas conferencias y una magna exposición, todo ello, como no podía ser de otra manera, se llevó a cabo en nuestro, hoy ya, más que centenario Real Club Náutico de Gran Canaria que recoge el espíritu del viejo monumento palafítico, aquel club que fue antesala y recepción de una ciudad que, por aquellos años veinte, se sacudía las consecuencias de la I Guerra Mundial y que fue testigo, el 22 de enero de 1926, de la llegada del Plus Ultra y de sus cansados tripulantes que, subiendo los peldaños de la escalinata de madera del viejo club, con un gentío agolpado en las terrazas, percibieron con emoción el gran recibimiento de que eran objeto.
Permítanme, estimados lectores, hacerles partícipes de algunos retazos de la conferencia que impartí, en uno de los actos programados y que titulé: El significado del Plus Ultra? un sentimiento profundo, tal como encabezo este artículo.
Comenzaba mi intervención diciendo que sería una loa al Plus Ultra... "en sus distintas significaciones y aun cuando no se pueden olvidar su preparación, puesta a punto y ejecución, en sus aspectos técnico y aeronáutico, dejo para los especialistas en estas materias su desarrollo más completo".
Manifestaba que nosotros, los isleños, tenemos cierta vocación aérea, quizás por el "aislamiento" que nos da el mar que nos rodea y que no nos permite correr a cualquier parte, sintiendo la necesidad de salir de una manera rápida y esto lo satisface el avión, de modo que el volar es algo añadido a nuestra manera de actuar. Añadía que no era extraño, al margen de lo espectacular del vuelo del Plus Ultra, la alegría, el clamor, el aplauso, que la población ofrecía a cuantos aviadores posaban en nuestras tierras o amerizaban en nuestras aguas. Recordaba también que nuestra isla ha sido escala, destino y punto de arranque de hazañas aéreas y que la población ha vivido con intensidad todas estas gestas.
(?) No es extraño, pues, que los que aquí vivimos, tengamos la mirada azul, de mirar al horizonte y el pensamiento en el 'más allá'. No es extraño que los habitantes de nuestra isla sintieran y se apasionaran con el vuelo del Plus Ultra, fueran aclamados y vitoreados sus tripulantes y siguieran cada una de sus etapas con inusitado interés.
(?) Nuestra Isla se convirtió en la plataforma experimental de la incipiente Aviación española y, asimismo, de las apetencias comerciales de líneas aéreas extranjeras. No debemos olvidar que, hasta esos años, el Puerto de La Luz también era el Aeropuerto de La Luz y que la bahía de Gando sería su aeropuerto auxiliar.
El pensamiento de Primo de Rivera de establecer contacto aéreo con los países hispanoamericanos fue la puerta que permitió el desarrollo aeronáutico, lo que motivó nuevos estudios. Era posible, en unos años, establecer una conexión fiable, rápida y segura. Uno de los objetivos del Plus Ultra fue el estudio de la ruta atlántica-sur y España fue pionera e impulsora de ir 'más allá' ( a solis ortu usque ad occasum/desde la salida del sol hasta el ocaso. Con ello se recordaba, de alguna manera, la España imperial, lema que Carlos I adoptó para reflejar el dinamismo del Imperio español-César Cervera-), de ahí que coronara el vuelo con esa denominación.
(?) No se puede olvidar un matiz, en su expresión espiritual, que habría definido el vuelo en su significación sentimental, me refiero al sentido de hermanamiento entre las dos orillas, al sentido del no olvido, a la evocación de la presencia española en el continente que se llamó Nuevo. En definitiva, el Plus Ultra, asumió la misión de los grandes exploradores, la del estudio de una nueva ruta, la aérea y a estos objetivos habría que añadir significados profundos que su estela dejó marcados para la historia.
Fue también el vuelo romántico, el que se hace con el corazón; el vuelo deportivo, el que se concibe sin esperar nada a cambio; el vuelo militar, el que se origina por un deber patriótico y el vuelo de la disciplina, el que se emprende con el cerebro y la voluntad. Todo ello se podría sintetizar en una frase: un sentimiento profundo, esto era el vuelo del Atlántico-Sur en los albores de la Aviación.
(?) La tripulación hizo el viaje de regreso en barco, con escala en Las Palmas, donde fue recibida con gran alegría. Ramón Franco es nombrado hijo adoptivo de la ciudad y se ofrece, incondicionalmente, para lo que la ciudad necesite. Un año después, a petición, del Cabildo, ejerce su padrinazgo, ante las autoridades aeronáuticas españolas, sobre la conveniencia de que Gando fuera el aeropuerto de Canarias que Primo de Rivera deseaba establecer. Pero esta es otra historia?
Hago en este punto un inciso para recordar que, en la primera fila, de un salón de actos completamente lleno, se encontraban algunos familiares del mecánico que Franco eligió para esta travesía y al que le unía una gran amistad: Pablo Rada Ustarroz. En las elecciones constituyentes de 1931, Ramón Franco y Pablo Rada, participaron, por Sevilla, en la candidatura republicana federal revolucionaria andaluza. Rada, en la Guerra Civil, participó, como oficial, al lado de la República. Estuvo exiliado en Colombia y Venezuela y en 1969 volvió a España, falleciendo a los pocos meses; sus restos se depositaron en el panteón de la Armada (Los Molinos, Madrid). Al final de la conferencia se pidió al alcalde José Manuel Soria que se recuperara la calle que recordaba al citado mecánico. El Ayuntamiento cumplió su palabra y Pablo Rada tiene también el recuerdo de su participación en la hazaña del Plus Ultra en la nueva zona de expansión que nos lleva a Siete Palmas.
La presente historia es que nuestro Ayuntamiento tiene en estudio que desaparezca la placa que recuerda al Comandante Franco. Parece ser que no todos los que intervienen en este tema están de acuerdo? Los que están a favor de que desaparezca alegan la tan debatida y criticada memoria histórica, razonando que Ramón Franco, se puso al lado del denominado Alzamiento Nacional. Por el contrario, imagino que será así, los que desean que siga la placa, razonan que la misma refleja y da a entender el significado de la hazaña del Plus Ultra a través de sus tripulantes (todos ellos poseen un recuerdo en el callejero ciudadano) y, por supuesto, como elemento histórico que hizo que Canarias participara de esta historia y se desarrollara Gran Canaria como lanzadera y estación aérea. No debemos olvidar que estos hechos sucedieron en la década de los veinte del siglo pasado.
Pero profundicemos algo más en este asunto, sugiriendo a nuestros representantes políticos que van a decidir esta cuestión, que se lleven por la razón y no por el corazón, que se deje al margen la política que, en este caso, nada tiene que ver. Conociendo la personalidad de este aviador se podría comprobar que no existen argumentos suficientes para que la política o una ideología suplanten a la verdadera razón de la existencia de la placa de la Plaza del Comandante Franco.
Ramón Franco Bahamonde no era un hombre de ideas, sino de acción; no tenía ideología alguna. Ramón nunca fue comunista, ni anarquista, ni socialista, ni conservador, ni fascista, quizás tan solo republicano. Era persona generosa, gran piloto y deseaba la fama?, son manifestaciones recogidas del escritor e ingeniero aeronáutico Francisco Escartín Carbonell, uno de los biógrafos de Ramón Franco.
Reflejo también algunas manifestaciones del militar, comandante de Iberia, abogado y portavoz que fuera de la Unión Militar Democrática, José Ignacio Domínguez. Considera a Ramón Franco como militar republicano e incesante conspirador contra la monarquía de Alfonso XIII (estaba siempre a la contra de Primo de Rivera y el rey); en las elecciones de junio de 1931 fue elegido diputado por Esquerra Republicana y estuvo más de dos años compartiendo bancada con Maciá y J. Tarradellas. Tenía una personalidad compleja y contradictoria, piloto heroico, rebelde y aventurero. El Partido Republicano Radical (Lerroux), lo envió como agregado militar a la embajada española de Washington (ejerciendo esta función se originó el golpe de Estado que dio lugar a la Guerra Civil). La intención de Franco era volver a España para defender a la República, pero Azaña consideró que era mejor que permaneciera en Estados Unidos.
Esta decisión de Azaña, con quien no se llevaba bien, y la muerte en la cárcel de Ruiz de Alda, su compañero de travesía, hicieron que tomara la decisión de participar en el bando denominado nacional que dirigía su hermano Francisco. Recojo una frase de Juan Eslava Galán, de su libro Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie (Planeta. Ed. 2018, p. 59), en el contexto que trata sobre la división del territorio nacional, que dice: "No faltan ciudadanos que pasan de un bando a otro arrastrados más por las circunstancias que por convicciones políticas".
El 28 de octubre de 1938, su avión, en circunstancias no bien definidas para algunos estudiosos, cayó al mar desapareciendo con todos sus tripulantes y acabando con la historia de este personaje tan contradictorio y, ciertamente, desafortunado, aun cuando le cupo el honor de ser un héroe nacional y, ciertamente, participó, de alguna manera, en que Gran Canaria sea protagonista de una importante página histórica.
Sería ciertamente curioso que a Franco se le quitara su placa y también a Ruiz de Alda (que murió ametrallado en la Cárcel Modelo de Madrid por un grupo marxista que la asaltó) por aplicación de la memoria histórica y a Rada, que quedó en el bando republicano y Durán, que falleció en accidente de aviación en 1926, continuaran con las suyas?Sería absolutamente injusto dividir a la heroica tripulación por razones de ideología o de bandos. ¿O también quitamos la placa a Rada, a tenor de esa memoria histórica, por las barbaridades que se cometieron en España en los primeros meses de la República o durante la Guerra Civil en la retaguardia republicana? Esperpéntico sería que solo quedara la de Durán y la del presidente Alvear en recuerdo del vuelo del Plus Ultra.
Contemplemos la historia de nuestra aviación canaria tal como es: viva, activa y llena de matices, una historia que ha hecho posible un extraordinario desarrollo económico, social y cultural? y la llegada del Plus Ultra significó un gran paso en este camino. Honremos a los que la hicieron y la hacen posible y recordemos a los héroes y a los más destacados, que ellos también representan a todos los hombres y mujeres que han trabajado y trabajan, en la actualidad, en el sector aeroespacial canario.
Recuerdo y homenaje a los héroes del Plus Ultra: Ramón Franco, Ruiz de Alda, Juan M. Durán, Pablo Rada?ejemplo que fueron de aviadores audaces, que sufrieron y lucharon para que España no se quedara atrás en la carrera veloz de la aviación mundial. Fueron "más allá", siempre estarán en la gran crónica de España, una historia que no se podrá borrar, una historia de todos?
