Un grupo de vecinos y vecinas del barrio de San Nicolás volvieron a concentrarse ayer al lado del Hospital Juan Carlos I para denunciar que un año después continúa la situación de aislamiento a la que los ha condenado el gobierno Tripartito, debido al corte de un tramo de la calle Sierra Nevada por las obras del mirador de Punta de Diamante, que llevan varios meses paralizadas. Los vecinos con problemas de movilidad, advierten, se ven obligados a coger un taxi muchas veces porque no pueden caminar el kilómetro o kilómetro y medio que deben recorrer hasta la parada más cercana.

Convocados por la asociación de vecinos Cofiris, los residentes se agenciaron una tarta de chocolate, le echaron humor al problema que sufren y celebraron un acto-protesta para denunciar el primer aniversario "no feliz"del cierre de parte de la vía de acceso principal a sus casas, una circunstancia que impide que las guaguas se detengan en las antiguas paradas. También impide la circulación normal del resto de vehículos y el acceso al mirador de Punta Diamante, cuyas obras están pendientes de un permiso de Defensa para desviar la carretera.

El presidente de la asociación de vecinos, Israel Medina, denunció que la negativa de la Concejalía de Movilidad, que dirige José Eduardo Ramírez, a que las guaguas den la vuelta en un extremo de la calle, "aunque pueden hacerlo", obliga a realizar una larga excursión hasta llegar a la parada. "Hemos cumplido el primer año sin guagua, sin carretera y sin mirador. Hay una vecina que tiene una muleta y se ve aislada porque no se puede permitir coger un taxi. También hay personas de más de ochenta años afectados y estamos hartos de que nos den largas. Se les ha dicho donde tienen que dar la vuela las guaguas y pasan de nosotros. Las guaguas que vienen a las excursiones pueden dar la vuelta y la de transporte escolar y el camión de la basura también. No entendemos por qué no lo pueden hacer las guaguas amarillas", denunció.

Medina indicó que lo que ha ocurrido con la carretera es reflejo del "abandono" en el que se encuentra el barrio porque "no hay voluntad política por parte de este gobierno que dice que es de las personas. Llevamos desde abril del año pasado esperando por una reunión con Ramírez". Otro ejemplo, añadió, lo constituye el bloqueo del inicio de las obras de arreglo del alcantarillado de la zona, la actuación de los presupuestos participativos de 2018 más votados por los vecinos, que todavía están esperando.

También denunció el dirigente la "mala calidad" de las obras de embellecimiento del barrio que se hicieron a través de un proyecto del IMEF.