La madre de Sevda Bender pasó un mes de vacaciones en la capital grancanaria, con alguna que otra incursión en Lanzarote, La Graciosa y otras islas. Corría el año 1986 y Dagmar vino con su amiga Sussane. Una noche conoció en un pub de la capital al padre de Sedva, un canario moreno, no muy alto y de pelo rizado del que no se separó en todo el mes y del que se quedó embarazada. Nueve meses después nació Sevda en Alemania, pero para entonces su madre se había casado con un turco y había olvidado su aventura canaria.

Sevda se enteró de quien era su verdadero padre hace unos dos años, cuando su madre le desveló el secreto. De él solo sabe que se llama Carlos Rodríguez y que iba siempre con una guitarra acústica a cuestas, aunque no era músico profesional. Estaba en paro, tenía entre 21 y 23 años, por lo que ahora tendrían unos 54. La joven alemana, que es trabajadora social y reside en Berlín, se empeñó en conocer a su padre desde que se enteró de la verdad y no ha parado de buscarlo, pero hasta la fecha todas las pesquisas han sido infructuosas. Sólo quiere saber quien es su familia canaria, conocer sus raíces.

Un deseo

"Es un deseo personal. Tiene pareja, con la que se quiere casar y tener hijos y sólo quiere saber quien es su padre. Si él no desea el contacto, que se lo diga y ella lo respetara", explica Melanie Gorz, la amiga de Sevda, que vive a caballo entre Alemania y la capital grancanaria, y que le está sirviendo de gran ayuda para sus investigaciones porque ella, que cumplió 32 años el pasado mes de febrero, no sabe español ni ha estado nunca en Gran Canaria.

En la actualidad está preparando un viaje a la isla y, mientras llega el momento, ha decidido poner su caso en conocimiento de los medios de comunicación para ver si hay suerte y su padre se entera de que lo está buscando.

Melanie explica que la madre de Sevda volvió a Alemania después de sus vacaciones canarias y reanudó su vida en el pueblo de Neumünster. Dos semanas después Carlos voló a Alemania y estuvo unas semanas más con ella, pero finalmente volvió a Canarias. "Él quiso mantener el contacto", señala Melanie, "pero parece que Dagmar no. Cuando se marchó no sabía que Dagmar estaba embarazada.

Seguramente ni ella misma lo sabía. El caso es que se olvidó de Carlos, se enamoró´´de un señor turco y se casó con él. Aunque no la adoptó, el marido acogió a Sevda y la crió como si fuera su hija, aunque sabía que no era suya". Sevda, que significa amor, es un nombre turco.

Fue el divorcio de sus padres lo que provocó que la verdad saliera a la luz. "Cuando su madre se divorció, el señor turco no quiso saber nada de Sevda y a ella le extrañó que su supuesto padre, porque ella estaba convencida de que era su padre, no tuviera ningún interés en mantener el contacto con ella. Así que habló con su madre y esta le reveló que su padre era un canario, al que conoció cuando ella tenía 27 años". Desde entonces está empeñada en dar con su progenitor, venciendo incluso las resistencias de su madre, que no estaba muy de acuerdo en ventilar el asunto en los medios de comunicación, aunque finalmente accedió.

Sevda y Melanie llevan meses tirando del hilo de los pocos datos que recuerda Dagmar, como el antiguo lugar de trabajo de la madre de Carlos.

Pérez Galdós

"Carlos la llevó un día a conocer a su madre y fueron a su casa. La madre trabajaba en un teatro en la consigna o la taquilla y pensamos que es el Pérez Galdós. Yo he contactado con el Ayuntamiento para ver si me puede ayudar, pero hasta ahora no he recibido respuesta", cuenta Melanie, que también ha hecho búsquedas en Facebook. "Pero hasta ahora no ha habido ningún resultado. La Televisión Canaria sacó un reportaje en julio, pero nada".

Incluso viajó a La Graciosa el pasado mes de noviembre porque la madre de Sevda, su amiga Sussane y Carlos viajaron a la Graciosa el 21 de mayo de 1986, coincidiendo con el viaje que hicieron ese día los entonces reyes de España.

"Ellos tuvieron que quedarse en algún lado, pero nadie se acordaba de una mujer alemana rubia, de 1,80 metros de estatura que se quedó en su casa. La gente intentó ayudarme, pero nadie sabía nada" se lamenta Melanie, que también intenta tirar del hilo de Agaete, porque un amigo de Carlos con el que estuvieron esos día era de Agaete.

"Creo que incluso se alojaron unos días en Agaete", apunta. Ese es otro hilo del que quieren tirar. También se han agarrado a la posibilidad de que Dagmar y Carlos aparezcan en el vídeo que hay grabado sobre la visita de los reyes a La Graciosa.

La madre de Sevda le ha dicho que Carlos era de la capital grancanaria y vivía sólo con su madre. "Era el típico hombre moreno canario, no muy alto y de complexión delgada. Su madre era divorciada o viuda. Tocaba la guitarra pero no era profesional. Entonces no tenía estudios superiores y estaba en el paro. Era muy joven", relata Melanie, que pide a los que tengan alguna noticia sobre Carlos Rodríguez se lo notifiquen a su Facebook personal o el de su empresa de costura: Coser con amor.