Fundador del Grupo de Intervención Operativo de Rescate y Salvamento (Giors), José Antonio Bolaños Otarola lleva más de 26 años dedicado al frente de las emergencias en Gran Canaria. "Había una laguna en la búsqueda de desaparecidos y por eso decidimos cubrir ese hueco", afirmó ayer minutos antes de recibir una mención de honor por parte del cuerpo de Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria en nombre de todos los miembros de los Giors. Un reconocimiento a más de dos décadas de experiencia en las que ha peinado barrancos, laderas y lugares reconditos de la geografía insular.
Bolaños recuerda algunos casos en los últimos meses, en general, por su especial dureza. No obstante, asegura que en muchos de los casos que asisten las víctimas resultan ser mortales. De esta manera, recuerda la ocasión en la que una profesora se despeñó por las laderas del barranco Guiniguada, hace no demasiados meses. "Murió en el acto, pero pudimos rescatar su cuerpo tras varios días buscándola", señaló.
Reconoce que a lo largo de estos años las dotaciones de Protección Civil "no han parado de mejorar" y espera poder seguir con la colaboración mutua con el cuerpo de bomberos de la capital. En su vida profesional pasó primero por los helicópteros de salvamento del Gobierno de Canarias, donde también fue pionero, y ahora conduce la ambulancia con sede en el aeropuerto.
