Rafael del Castillo Morales se mantuvo fiel a su emisora de banda lateral única hasta sus últimos días. Con ella y su voz como únicas armas, este radioaficionado creó la Rueda del navegante para ayudar durante décadas a quienes tratan de surcar el Atlántico a vela ofreciéndoles la previsión meteorológica y sus consejos sobre náutica, o simplemente dándoles conversación con la que apaciguar la soledad nocturna que invade a quienes cruzan el Mar Océano. Ayer, un día después de su fallecimiento en Las Palmas de Gran Canaria, comunidades de apasionados por el mar como la Asociación de Amigos del Atlántico mostraban su pesar por el fallecimiento de alguien a quien definen como un "ángel protector de los navegantes que cruzan el Atlantico".

El navegante Agustí Gutiérrez fue quien comunicó a los miembros de la asociación la luctuosa noticia a través de las redes sociales. "Durante décadas ha sido esa voz que puntualmente a las 23.00 UTC en el dial 14360 de nuestras emisoras BLU aparecía para ayudarnos", anunciaba en un largo y sentido mensaje en el que agradecía a este capitán de la marina mercante todo el tiempo dedicado a ellos durante años "con las previsiones meteorológicas" y en todo aquello que pudiesen llegar a necesitar durante la travesía.

La sucesión de mensajes de condolencia publicados en las redes se vio acompañada por un archivo de sonido que recoge la última conexión a la emisora que hizo Del Castillo desde Gran Canaria. Fechada el cuatro de enero de este mismo año, resulta un ejemplo perfecto de la labor que este protector de navegantes llevó a cabo durante tanto tiempo, indicando las condiciones del viento en la zona donde navegaban sus radioescuchas o felicitándoles por las fiestas navideñas: "A todos un abrazo muy cariñoso de la querida tierra española y feliz año, felices Reyes y que Dios los bendiga", dijo en una de sus comunicaciones definitivas.

"Has hecho un buen viaje"

Durante los 12 minutos que dura la grabación de la última conexión de Rafael Del Castillo se le puede escuchar, por ejemplo, conversando con un navegante mientras le da ánimos cuando está a punto de completar su travesía atlántica: "¡Has hecho un buen viaje, hombre!", le dice antes de recordarle que "lo importante es llegar contentos, descansados y sin ninguna avería".

Como en una gran familia unida por la mar, Del Castillo compartía confidencias con todos, incluso sobre su propio estado de salud. Así, al hablar del año nuevo, el creador de la Rueda del Navegante reflexionaba sobre sí mismo y recuperaba una cita que ya había hecho suya en otras ocasiones: "A ver si me trae salud, pero eso es pedir milagros y como dice la Legión, lo difícil lo hacemos fácil; lo imposible, posible; y para los milagros tardamos un poco más".

En cuanto se difundió la noticia y la grabación, el grupo de Amigos del Atlántico comenzó a compartir su recuerdo. "¡Su voz perdurará!", aseguraba uno de ellos. "Ojalá algún canario coja tu testigo y siga la labor que dejas huérfana", continuaba otro. También había quienes recordaban con cariño su forma de hablar y saludar a través de los 14.360 kiloherzios: "La mar se queda muda, ¿qué será de aquel 'hooola, hooola'?".