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La mujer que mató a su hijastro a palos se enfrenta a 27 años de cárcel

El jurado declara culpable a Na Li y le niega que existan atenuantes de arrebato y de colaboración con la justicia

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Veredicto del jurado a la acusada de asesinar a su hijastro

El jurado popular encargado de juzgar a la mujer procesada por asesinar a palos a su hijastro de nueve años la declaró culpable por el delito de asesinato con alevosía, ensañamiento y parentesco y negó que existiese algún atenuante. De igual forma señaló culpable al padre del menor por el delito de comisión por omisión, ya que considera que este no evitó los malos tratos.

Igualmente, revelaron que no creen que exista ningún tipo de atenuante que pueda rebajar la pena de la procesada, pues reseñaron que no se logró probar que ella tuviese un arrebato de ira, además entienden que está demostrado que Na Li le pegaba al menor desde que este vivía con ella. Por lo cual, estiman que el asesinato fue el resultado de las habituales palizas que la mujer le propinaba al niño.

En cuanto a la colaboración con la justicia, el jurado no considera probado que ella ayudara en el caso, y además señalaron que llamó a la ambulancia tras pasar más de una hora desde el momento de la agresión, cuando el niño ya estaba muerto.

Lo que sí consideran probado es que existió una relación entre la procesada y el padre biológico del menor desde 2010, ambos tuvieron un hijo en 2013 y decidieron ir a China a buscar al hijo de Rongchao, Junhua, para que viviera con ellos en Las Palmas de Gran Canaria.

Los hechos sucedieron la tarde del 8 de mayo de 2016 cuando Na Li estaba con su Junhua en el domicilio en el que residían y se molestó con el niño, por causas desconocidas, a raíz de esto empezó a golpearlo reiteradas veces con la mano durante 40 minutos aproximadamente, luego lo duchó con agua fría y lo dejó en su habitación.

Después de la primera agresión, la procesada ingresó al cuarto del menor para conversar con él y, "como no le gustó lo que este le contestó", agarró un palo de madera de 25 centímetros de alto, cinco de ancho y una punta de metal en el centro y comenzó a propinarle una brutal paliza al niño de nueve años.

El menor intentó quitarle el arma homicida, lo que ocasionó que la mujer sufriera una herida en la mano. Sin embargo, esto la "enfureció aún más" por lo que continuó golpeando al niño "con más violencia en todo el cuerpo y testículos", a pesar de las quejas y gritos de dolor de Junhua.

El niño estuvo en su cama durante varias horas sufriendo una "insoportable agonía" hasta que le sobrevino la muerte, producto de la "brutal agresión" entre las 23.00 y las 00.00 horas. Asímismo, el jurado considera probado que la autora confesa sabía que la paliza que le propinó al niño podía ocasionarle la muerte y aún así continuó pegándole.

El ataque hizo que la víctima sufriera politraumatismos con rotura de huesos, erosiones en piernas y abdomen, múltiples hematomas en todo el cuerpo "iniciando una agonía muy dolorosa" que produjo un shock traumático, generándole un shock hipovolémico, lo que terminó causándole la muerte.

A su vez, declaran demostrado que la asesina realizó búsquedas en internet sobre cómo ocultar las lesiones que le ocasionaba al menor, por lo cual también hizo que el niño faltara 62 días a clases "para que nadie se diera cuenta de las heridas que presentaba la víctima", llegando a justificar solo unas 25 faltas de asistencia.

De igual forma, le colocaba una camiseta de manga larga cuando el niño iba al colegio para que no se le vieran las lesiones.

Na Li, de nacionalidad china, confesó en el juicio que pegaba al hijo de su pareja, pues este "se portaba mal y no quería estudiar". También aceptó que fue una mujer "mala y egoísta" con Junhua y relató que durante la brutal agresión no podía controlar sus manos y por eso siguió pegándole, aunque en su "cabeza sabía que podía acabar con la vida del menor".

La autora del crimen se enfrenta a 25 años de prisión por el delito de asesinato y dos años de cárcel por maltrato habitual. Mientras que el padre de la víctima se expone a dos años por el delito de comisión por omisión.

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