Los vecinos de Paseo de Chil están indignados. El desarrollo de la red ciclista de Las Palmas de Gran Canaria supondrá la supresión de unas 300 plazas de aparcamiento a lo largo de dicha vía, un hecho que los residentes en esta zona han calificado de "atentado contra la movilidad". Para cambiar esta situación, proponen al Ayuntamiento de la capital reducir el ancho de los carriles bici y de la mediana entre estos y los viales que están abiertos al tráfico motorizado.

"El domingo una vecina tuvo que suspender un asadero en su casa porque los invitados no podían aparcar en la calle", señalan. Lo cierto es que los residentes de la calle aseguran que la falta de aparcamientos dificulta el trabajo a los repartidores, a las visitas y a quien tiene que acudir a trabajar a la zona. "El repartidor del agua Firgas tuvo que caminar casi un kilómetro desde donde aparcó", indican. Además, se da el agravante de una edad media avanzada entre quienes viven en la zona. También resaltan como afectados los estudiantes y profesores de los institutos y del Campus Universitario de Tomás Morales, quienes a veces aparcan en esta calle.

Con la intención de solucionar estos inconvenientes, el ingeniero civil ha trazado un alzado de la calle con las medidas que, a su juicio, son oportunas para poder salvar los aparcamientos. Una propuesta que presentará hoy ante la concejalía del distrito Centro, cuyo edil es José Eduardo Ramírez, quien también tiene a su cargo el área de Movilidad.

Al parecer, en dicho alzado la medida de los carriles bici es compatible con la existencia de una zona de estacionamiento. Según detalla el ingeniero, tanto los aparcamientos como los viales destinados a los ciclistas no podrán sobrepasar los dos metros de ancho, cada uno. Además, según sus cálculos, los carriles abiertos al tráfico rodado deberían medir menos de tres metros de ancho por cada sentido.

"No nos oponemos al carril bici, lo único que queremos es compaginar los dos usos en la calle", señala Gil. "Si fuera necesario, que quiten espacio a la acera, pero es que no lo es, basta con adaptar los viales", asegura. "Tenemos la suerte de que la calle es lo suficientemente ancha".

Lo cierto es que, según el pliego técnico que ha hecho público el Ayuntamiento, el ancho del carril bici a su paso por Paseo de Chil varía en función del tramo. No obstante, se trata de una vía con unos tres kilómetros de largo que bordea todo el distrito Centro de la capital.

Los trabajos para ampliar la red ciclista, los cuales comenzaron hace menos de un mes, se han llevado a cabo entre la subida de Mata y el Barranquillo Don Zoilo, donde se encontraban los aparcamientos en discordia. En esta zona, el ancho del carril bici varía, según los planos proyectados por el Ayuntamiento, entre los dos, medida mayoritaria en el trazado, y los 2,4 metros, con medidas intermedias en algunos tramos. Además, entre estos y el resto de la calzada han instalado una mediana superior a los 60 centímetros de ancho.

Hay pequeños tramos en los que sí se contemplan plazas de aparcamiento en el lado en discordia, según los planos del pliego técnico aprobado, tramos que aún no se han ejecutado y que estarían en un tramo más cercano a Primero de Mayo. Gil asegura que las medidas de esta sección del vial deberían ser el modelo a seguir en la obra, la cual está adjudicada a la empresa Africana de Contratas y Construcciones.

Ya el pasado lunes por la tarde los vecinos manifestaron sus quejas ante los medios de comunicación. Entre sus propuestas, trazar el carril bici por encima de la actual acera, "como ocurre en la Avenida Marítima". Estos afirmaron que la zona es residencial y no existen bocacalles ni aparcamientos de gran capacidad para poder ir a ver a un familiar.

Desde el Ayuntamiento, han asegurado estos días que el objetivo de la nueva red ciclista es que la gente use menos el coche. Además, afirman que el diseño de los carriles bici atiende a cuestiones de seguridad.