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El hotel Santa Catalina prepara la azotea para albergar una coctelería y solárium

La cubierta del emblemático establecimiento contará con un pequeño gimnasio, un bar y piscinas para uso de los clientes l Podrán organizarse eventos de aforo limitado

Exterior del hotel Santa Catalina hace unos días, con el monumento Atis Tirma en primer término; se pueden observar las obras de la cubierta. josé carlos guerra

La nueva terraza del hotel Santa Catalina asoma por las alturas. Las obras de remodelación del emblemático establecimiento de Las Palmas de Gran Canaria marchan a buen ritmo y desde el exterior es posible constatar lo que será próximamente un espacio dedicado al ocio de los huéspedes. El proyecto que acomete el grupo Barceló, tras haber asumido la gestión del inmueble los próximos 34 años, contempla la reconversión de la cubierta del edificio para albergar un espacio de coctelería y bar, un gimnasio de pequeñas dimensiones, un solárium y varias piscinas, también de reducido tamaño.

Según destacan fuentes de la multinacional de origen mallorquín, este espacio se encontraba "desaprovechado" hasta ahora, pues alojaba una serie de cuartos sin uso destacable. En estos momentos, la estructura se encuentra desnuda, por lo que desde los exteriores del hotel se observa una estructura de bloques de cemento que, a simple vista, puede parecer una nueva estructura.

La compañía ha zanjado que esta se trata de una estructura que ya existía, solo que han abierto parte de sus paredes para incluir "grandes ventanales". Unos trabajos que, recalcan, se encuentran dentro del proyectoque presentó Barceló al Ayuntamiento al asumir la gestión del edificio en noviembre de 2017. Desde la concejalía de Urbanismo, el edil Javier Doreste asegura que la obra sigue lo estipulado y que esta zona concreta de la cubierta se encuentra retranqueada; de tal manera que no es visible desde la entrada al hotel.

Una vez culminen los trabajos la cubierta del Santa Catalina quedará mucho más "diáfana", pues desde los nuevos ventanales los huéspedes podrán observar el entorno del hotel. No obstante, la futura terraza chill out del emblemático hotel quedará reservada a los clientes del establecimiento, aunque también se podrán organziar eventos de manera puntual si el aforo lo permite, según detallan fuentes de la compañía.

La creación de una terraza sobre la última planta del Santa Catalina es una de las principales novedades de la reforma que Barceló está acometiendo en el histórico edificio, obra del arquitecto canario Miguel Martín Fernández de la Torre, desde el pasado mes de mayo. El hotel, que lleva cerrado al público desde entonces, abrirá sus puertas en los próximos meses, según señalan fuentes de Barceló, con un aire completamente renovado.

Tras pasar previamente por la Comisión de Patrimonio, el pleno municipal del pasado octubre aprobó la nueva normativa de protección urbanística por la que se regirá el edificio a partir de ahora. De esta manera, el Consistorio dio luz verde al cambio de usos en la cubierta del establecimiento, por lo que está podrá albergar un espacio dedicado al ocio y disfrute de los huéspedes.

El proyecto de remodelación supone una inversión de 24,5 millones de euros para la compañía hotelera, quienes asumieron la gestión del edificio tras ganar un concurso público. El Ayuntamiento recalcó en todo momento que Barceló debería respetarlos cánones de protección y el proyecto de Martínez de la Torre para poder acometer la obra.

Esta nueva normativa separa el edificio en tres secciones, según el grado de protección con el que cuenten. La primera zona corresponde a la fachada que da a los jardines del Santa Catalina y la calle León y Castillo. Además de carpinterías interiores, obras pictóricas y escultóricas y mobiliario histórico.

La zona dos hace referencia a la fachada que da al parque Doramas. Esto ha permitido a la multinacional hacer pequeñas demoliciones y abrir el hotel al jardín capitalino. Además, se han eliminado los techados que se añadieron a varios patios en anteriores gestiones hoteleras. Por último, la tercera sección hace referencia a la fachada que da a la calle Beethoven y la propia cubierta el edificio.

Las obras de apertura al Doramas han incluido la apropiación de la piscina pequeña del Club de Natación Julio Navarro, la cual ha sido eliminada, de tal manera que el parque podrá ganar varios metros cuadrados una vez acabados los trabajos. Como compensación a la asociación deportiva, Barceló esta construyendo una pileta de similares dimensiones en la parte superior de la parcela, junto a la calle Pio XII.

En cuanto al interior del inmueble, la reforma reduce el número de habitaciones de 205 a 194 con la finalidad de "ganar en amplitud". Además, el Pueblo Canario y el Museo Néstor, cuyo conjunto arquitectónico linda con el hotel, también se encuentran en plena remodelación.

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