Dalila Ortega López había oído hablar de ella a través de varias chicas. Aparentemente, señala la joven, todas acabaron con un resultado "satisfactorio y muy guapas". Entonces, decidió probar y hacerse unos retoques estéticos en la zona del labio. Los problemas empezaron a llegar a los pocos meses de inyectarse por segunda vez lo que, en principio, pensó que era ácido hialurónico. La hinchazon bajaba "muy poco y de manera irregular". Tras una última intervención por parte de la supuesta médica, la joven acabó con varios bultos, los cuales la han llevado hasta en tres ocasiones al quirófano para extraerle todo lo introducido en su organismo. Vecina de Las Palmas de Gran Canaria, Ortega es una de las víctimas de la mujer de 69 años que pinchaba silicona en los labios de sus clientas en el barrio de Escaleritas, mientras se hacía pasar presuntamente por una doctora retirada.

A sus 27 años, Ortega ha dedicado su vida profesional al a la imagen, un tiempo en el que ha trabajado como azafata de congresos y bailarina, además de influencer en el mundo del fitness en competicionesi internacionales; sectores en los que es importante tener una estética determinada. Según la joven, la supuesta doctora le aseguró quecontaba con una "cabina específica" para los tratamientos. "Comentó que era una médico estética que ya no estaba trabajando en la clínica pero que lo continuaba haciendo de manera privada", señala la afectada.

Ortega acudió por primera vez a la vivienda de Escaleritas en junio de 2016. Una semana más tarde volvió para darse una segunda sesión, "parecía que estaba igual, que no me había puesto nada". Algo que ahora, pensándolo mejor, cree que fue a posta para que "regresara". En esta nueva intervención se dio "bastante labio", pero supuso que la hinchazón bajaría.

Pasaron los meses y los cambios eran mínimos. La hinchazón bajaba muy poco a poco y a simple vista se observaban deformidades. Entonces, la joven decidió acudir por tercera vez al domicilio de la supuesta doctora con la intención de que le corrigiera la zona "asimétrica". Pero, cuando se levantó al día siguiente, corrió al espejo y pudo ver cómo le había puesto producto "excesivamente" en la zona del labio.

A partir de ese momento comenzó su calvario. Los dolores en los labios cada vez eran mayores y estos empezaron a deformarse "constantemente". Además, terminó con un nuevo efecto secundario: la hipersensibilidad. Es decir, ha padecido una fuerte reacción inmunitaria del organismo como rechazo a una sustancia ajena al mismo.

Ante tal cuadro médico decidió por fin acudir a un centro hospitalario. Los primeros análisis fueron demoledores. Lo cierto es que la mujer de Escaleritas le había inyectado hasta en tres ocasiones silicona líquida en lugar de ácido hialurónico, tal y como esta le había asegurado en todo momento. "Me enseñaba las cajas y veía que eran marcas conocidas, de las que se usan en las clínicas", señala. "Nunca pensé mal de ella, ni se me ocurrió que cambiara el contenido en el interior del producto", reconoce con sinceridad.

No quedaba otro remedio, había que eliminar la totalidad de la silicona de su organismo. No obstante, este el uso de este producto en el cuerpo humano lleva más de tres décadas prohibido en España. La primera intervención quirúrgica a la que se sometió fue en noviembre del año pasado. "Pero solo se atrevieron a extraerme una parte del producto", señala la joven. Lo mismo ocurrió a comienzos de enero, en su segunda operación. Finalmente, el miércoles, 19 de marzo, la doctora logró extirparle "todo lo posible" en una tercera cirugía, la cual le impide hablar estos días.

La joven asegura que "probablemente" tenga que someterse a una cuarta operación. "El producto ha sido infiltrado en profundidad y en gran cantidad", resalta. Además, este podría volver a aflorar, pues al ser silicona líquida esta fluye por el organismo. Incluso, los médicos le han advertido de que cabe la posibilidad de que haya afectado a los músculos de la cara, una situación que de darse complicaría aún más su situación.

Esta situación llevó a Ortega a denunciar su caso ante la Policía Nacional. La vecina de Escaleritas que le inyectó silicona en los labios se enfrenta a la acusación de varios delitos contra la salud pública y por intrusismo laboral, denuncias remitidas por varias de sus víctimas y por el Colegio de Médicos de Las Palmas.

La joven reconoce que estos meses ha sentido un fuerte "complejo" por cómo ha tenido la boca. Desde hace tres años, Ortega es soldado del ejército del aire, una labor que compagina como influencer en redes sociales, donde hace de modelo para diversas marcas, "de ahí mi miedo a quedar mal tras las operaciones".

La historia de esta joven militar se repite con al menos otras seis mujeres que han llevado a los tribunales el caso. En todos los casos denunciados la acusada aseguraba inyectar ácido de hialurónico, un elemento presente en el cuerpo de hidrata la piel, cuando en realidad era silicona. Además, actuaba en su propia vivienda y, presuntamente, también en una peluquería del barrio, aunque este no fue el caso de Dalila Ortega.