Clara Amiel Fargher, la primera mujer en establecer un hotel en primera línea de playa o Rita Pulido, la primera nadadora en convertirse en olímpica, son algunas de las protagonistas que recobran vida a través de la Ruta Violeta que recorrió ayer las calles de las Palmas de Gran Canaria. Una actividad organizada por el Ayuntamiento de la capital, enmarcada en la campaña que el Consistorio organiza durante el mes de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Un viaje en guagua turística que visibiliza la impronta que las mujeres empresarias, educadoras, escritoras y artistas de todos los ámbitos dejaron en las calles de la ciudad. Una manera de reconocer el mérito de algunos personajes históricos que todavía hoy no cuentan con calles que las recuerden.

Diana Mujica, concejala de Igualdad del Ayuntamiento capitalino, participó en esta actividad a la que acudieron unas cuarenta personas, la mayoría mujeres, y aprovechó para denunciar el hecho de que "ni el 20% de las calles reciben nombres de mujeres". La concejala utilizó la actividad para proponer, de cara a las próximas elecciones, que los partidos luchen por que las calles incluyan en sus nombres a estas mujeres sin necesidad de eliminar la designación anterior "sólo añadiéndolas al final". Criticó, además, la existencia de esta invisibilidad en los libros de texto de las áreas curriculares del sistema educativo actual, "de lo que no se habla no existe y eso es lo que ocurre con estas mujeres que han dejado huella en la ciudad", destacó Mujica.

La ruta circular que daba comienzo en la plaza de Manuel Becerra realizó paradas en seis puntos emblemáticos: el Puerto, la zona de las Canteras, el Auditorío Alfredo Kraus, el Paseo de la Cornisa, el Pueblo Canario y el Barrio de Vegueta. A través de estas zonas Juan José Laforet, cronista oficial de la ciudad, revivió los logros y la historia de mujeres fuertes cómo Seña Rosarito, referente en el barrio de la Isleta por acoger en su mesón a los trabajadores del Puerto de la Luz, o Librada Alvarado, una de las primeras educadoras en el mismo barrio. María del Pino Apolinario también es una de las protagonistas de la ruta, una vecina de las Rehoyas que aportó sus terrenos y su dinero para causas sociales, cómo la construcción del primer campo de fútbol de Las Palmas o la aportación económica que facilitó la creación de la Iglesia de las Rehoyas.

Otra maestra, Juana González Monzón, vivió en un contexto en el que la mujer luchaba por ser protagonista, se implicó en la educación a través de clases particulares en el barrio de San Lorenzo, tras ser incluida en una lista de personas que colaboraban con los movimientos feministas de los años 30.

Personajes populares

Dentro del mundo del arte la cantante Mari Sánchez o la actriz Patricia Medina también representan la esencia de la ciudad. Los personajes populares, aquellos que todavía imaginamos recorriendo las calles, también son figuras emblemáticas por lo que no podían faltar en esta muestra. Una de las más famosas, Lolita Pluma, icono del Parque Santa Catalina, sus anécdotas y sus amor por los gatos siguen impregnando la zona puerto del municipio.

El barrio de Vegueta supuso la última parada de esta ruta circular, un punto en el que las mujeres importantes del siglo XIX dejaron su huella. Joaquina Viera y Clavijo fue una de ellas, hermana de José Viera y Clavijo, lo que la arrastró a la sombra de la popularidad a pesar de contar con luz propia y ser considerada una mujer culta e influyente. Pilar de Lugo es la primera mujer en Gran Canaria que expuso sus obras en público en el actual Gabinete Literario.

La iniciativa del Ayuntamiento capitalino incluye un total de 22 mujeres, lo que sólo supone una pequeña muestra del talento femenino que recorrió los barrios de Las Palmas de Gran Canaria en los pasados siglos, referentes de ayer para las mujeres de hoy.