Bandera amarilla al viento y un fuerte oleaje sorprendieron ayer a muchos bañistas dispuestos a pasar un día de playa en Las Canteras. A media mañana la pleamar brillaba en todo su esplendor. El agua rompía con fuerza en zonas como Muro Marrero y mojaba por completo algunas de las terrazas. Aunque la lluvia no acudió a su cita del Jueves Santo las condiciones no eran las mejores para pasar el día echados al sol como los lagartos, por lo que muchos turistas cambiaron la toalla por el ir de compras o pasear por la ciudad. Lo mismo en el caso de los lugareños, quienes pasaron el festivo con el abrigo a cuestas pese a que el astro rey visitó el arenal por momentos.

Pasadas las doce del medio día el mal tiempo parecía que solo podía ir a peor, por lo que muchos bañistas decidieron recoger el kit playero. "Hace un poco de frío", señaló una turista noruega. "Si esto fuera nuestro país, estaría templado, pero definitivamente no hay día de playa", indicó su esposo. "Estos días hemos tenido mejor tiempo", recalcan ambos. La familia Amundsen buscó rápido un segundo plan: "ir de compras". No obstante, los precios en Canarias son notablemente más económicos que en tierras escandinavas.

"No hay problema, estiramos la toalla en la arena y estaremos un rato hasta la hora de comer", señalaron Elena Núñez y Marina Batalla. Estas dos barcelonesas decidieron poner al mal tiempo buena cara, pese a que la primera llevaba incluso un pañuelo al viento para intentar aplacar la humedad de los alisios. "Hemos tenido buenos días y hemos recorrido la Isla sin problema", apuntaron, horas antes de regresar a la capital catalana.

Lo cierto es que entre bañistas y comerciantes las impresiones son unánimes, la Semana Santa comenzó con días muy buenos, especialmente el Domingo de Ramos y el pasado lunes. "Esos días se curró muy bien pero ahora estamos bastante flojos", señaló una camarera. "Se han visto menos familias que en otras ocasiones", recalcaron. Unas mesas más allá, la opinión no difería mucho. "La gente como vea un poco de llovizna y viento no sale", apuntó Sandra Dacosta, encargada en uno de los restaurantes italianos de la playa.

El chispi chispi estropeó la noche del pasado miércoles, por lo que pocas cenas se repartieron en las terrazas de Las Canteras. Mientras, los hosteleros esperaban ayer a medio día con "incertidumbre" los días más fuertes de la Semana Santa. "Está el tiempo raro, el sol viene y va, pero esperamos tener más reservas estos días", apuntó Dacosta.

Aunque lo cierto es que esa mezcla entre nubes y claros benefició a más de uno y de una. "Para mí mejor, que el sol me hace daño, mientras el oleaje no me lleve a Tenerife", apuntó una intrépida bañista. "Siempre está bueno, es verdad que el mar está fuerte, pero para desconectar está perfecto", indicaron dos amigas antes de entrar en la arena.