El Ayuntamiento ha finalizado la protección especial que ha aplicado sobre los murales del artista Jesús Arencibia y que decoran las paredes de la ermita de Santa Catalina en el Pueblo Canario, que se encuentra en restauración. El trabajo se ha llevado a cabo para poder emprender las obras de rehabilitación de la cubierta del antiguo templo religioso y ha sido supervisado por la restauradora de los museos insulares de Gran Canaria, Amparo Caballero Casassa.

La protección de los murales de Arencibia del conjunto arquitectónico del Pueblo Canario, declarado como Bien de Interés Cultural en el año 2013, fue autorizada por la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria previo informe favorable de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico.

Los trabajos de protección han consistido en cubrir los murales con Lampraseal -papel tisú utilizado para el embalaje de obras de arte- y superponerle placas de poliestireno extruido y tableros de madera DM hidrófugo, creando una pequeña cámara entre las pinturas y el revestimiento aislante. Posteriormente, las juntas se sellaron con cinta de fijar moqueta ya que es esta la que mayor poder de adhesión tiene en la superficie de las planchas de DM. Así se ha indicado en una nota remitida por Urbanismo a los medios de comunicación.

Esta protección de los murales se mantendrá solo y exclusivamente durante los trabajos de desmontaje de la cubierta, ya que hay que retirar las tejas, impermeabilizar y volver a colocar las pizarra. Para evitar el efecto de la lluvia mientras se desarrollan estas tareas, se cubrirá la ermita con andamios y un cerramiento provisional. Una vez finalizada esta fase de los trabajos, y protegida la ermita con su cerramiento definitivo, se retirará la protección a los murales de Arencibia.

El acondicionamiento de la ermita de Santa Catalina se enmarca dentro de la V fase del proyecto de Rehabilitación del Conjunto Arquitectónico del Pueblo Canario. El presupuesto para dichos trabajos fue adjudicada el pasado diciembre a la empresa Velplus Construcciones S. L. por 341.330 euros.

Entre los problemas que presenta la ermita figuran tanto deficiencias en su cubierta como en la impermeabilidad de los muros. La rehabilitación se aprovechará también para renovar pavimentos y aplacados dañados por la humedad existente, restaurar las carpinterías y revestimientos, mejorar el acceso para cumplir con la normativa, así como las instalaciones y un aseo.

La ermita acogía hasta el momento de su cierre las bodas civiles.

El recinto cuenta con varios murales del artista capitalino Jesús Arencibia (1919- 1993). En concreto cuatro que pintó entre 1957 y 1958. La obra representa el martirio y la glorificación de Santa Catalina de Alejandría en varias escenas, y está realizado con la técnica de encaústica sobre lienzos adheridos al muro.

Esta obra del muralista grancanario estuvo dos décadas cubierta con cartelería comercial al ser usada la ermita como tienda de souvenirs entre los años 60 y 70 del pasado siglo. Bajo la alcaldía de Juan Rodríguez Doreste se volvió a recuperar la ermita para uso público y se devolvió los murales a su estado original.

El artista pintó 17 murales a lo largo de su vida entre iglesias y obras civiles en la capital y en la Isla.