Este año será el de la entrega, al fin, del número de construcción C-548 de Factorías Vulcano. Basado en un casco de 2007 y concebido inicialmente para la naviera Viking Line en los desaparecidos Astilleros de Sevilla, el ferri Villa de Teror, que homenajea con su nombre a la localidad mariana grancanaria, deberá entregarse a la armadora el 3 de junio como fecha tope, aunque su puesta de largo no está prevista hasta la primera semana de julio. La futura propietaria del buque ya ha diseñado el primer viaje, que partirá el 3 de julio desde el puerto de Motril (Granada) con destino Nador (Marruecos); los billetes están ya a la venta en la web de Naviera Armas. "El ferri será el más moderno de su clase en Europa y con altas prestaciones", resume el director general de Trasmediterránea, Francisco Oviedo, en la revista de la compañía. El astillero vigués y la industria auxiliar han cumplido los últimos plazos fijados, aunque eso no sirva para resolver el futuro de la histórica atarazana gallega.

Las pruebas oficiales de mar del Villa de Teror se realizaron de forma "satisfactoria". Únicamente, tal y como explicaron desde las empresas auxiliares, se detectó un "pequeño problema" con un motor de una hélice de proa. "Solo fue necesario bobinarlo". "El armador se quiere llevar el barco cuanto antes", agregaron. Armas cuenta con el ferri para la temporada alta, y ofrece ya todo tipo de plazas: butaca, premium economy class y premium class, así como camarotes dobles y cuádruples, tanto interiores como exteriores. Con 139 metros de eslora y 22 de manga, dispone de capacidad para 1.500 pasajeros y 450 vehículos, con 609 metros de carga rodada. Los motores de propulsión -alcanzará los 23 nudos- incorporan tecnología common rail para optimizar el consumo.

"El interés por terminar el barco es de todos", expone un actor próximo al astillero en referencia a las empresas auxiliares. En base al acuerdo suscrito en marzo se estableció un calendario cuyo cumplimiento es también vital para las subcontratas. Llevaban sin cobrar facturas de manera ordinaria desde mayo del año pasado y aceptaron un convenio que implica una quita del 25% sobre la deuda contraída con ellos por Vulcano. Cuando se retomaron los trabajos de construcción las llamadas auxiliares tractoras -las que tenían trabajos pendientes a bordo- percibieron un 30% de las facturas pendientes, e ingresarán otro 45% cuando se cumpla el último hito. Las que no han tenido que volver a las gradas del astillero percibirán su 75% con el resto.

El problema con el Villa de Teror es que se produjo una especie de socialización de las pérdidas, toda vez que Factorías Vulcano había consumido, solo hasta octubre, el 80% del importe del contrato (entre financiación y anticipos). Sin contar con los impagos a auxiliares y plantilla, ya que los 73 trabajadores de la empresa estuvieron seis meses sin ingresar una nómina. El ferri, que de inicio tendría que haberse entregado el 28 de junio del año pasado, estaba presupuestado en 60 millones de euros.