Siete kilómetros de recorrido y una camilla de masaje nada más llegar a la meta. Es lo que se encontraron los más de 350 corredores que participaron ayer en la carrera solidaria organizada por Barberos Solidarios, y que se celebró en la plaza Saulo Torón. La asociación ha programado durante el fin de semana diversos actos para esta cuarta edición, en el que hay cortes de pelo, música en directo y deporte. El encuentro, que finaliza esta tarde, ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y, en esta ocasión, ha estado dedicado al Día del Orgullo Loco con motivo de la celebración el viernes de la jornada contra la LGTBFobia.

Los corredores disfrutaron de un recorrido junto a la playa de Las Canteras y además contribuyeron con su inscripción a la recaudación de donativos, que irán destinados al Comedor Social San Pedro, la Asociación Pequeño Valiente, Life4Pitbulls, Asociación Cultural Las Redes y la Asociación Canaria de Integración de Salud Mental Espiral.

A las 9:30 horas comenzó la carrera, que consistía en llegar al Auditorio Alfredo Kraus y volver hasta la plaza de Saulo Torón. El tiempo empleado en terminar el recorrido fue lo de menos ya que el objetivo era recaudar el máximo dinero posible.

El grupo Samba Isleña puso el toque de música con una batucada que empujó a los corredores a llegar a la meta final. Nacho de la Fe, organizador y presidente de Barberos Solidarios afirmó que la participación había sido "un éxito total", y más teniendo en cuenta "la época en la que nos encontramos con muchísimos eventos". En las últimas tres ediciones la asociación ha recaudado con estas jornadas casi 30.000 euros.

Masajes solidarios

Tras la meta, una caseta de masajes solidarios esperaba a los corredores exhaustos o a cualquier transeúnte que, por cuatro euros de donativo, quisiera relajarse durante quince minutos. Muchos aprovecharon la excusa de la carrera para sentarse a disfrutar de un masaje. Fue el caso de María Pino Santana, de 54 años, que tras acabar la primera en la categoría femenina con un tiempo de 31 minutos y 47 segundos decidió probar y confiar en las manos de los voluntario de la Escuela de Masaje Begoña Ferrero. "Me ha encantado la experiencia, todo lo que sea fomentar el deporte, la salud y la solidaridad me parece gratificante", reflexionó la corredora, orgullosa de que "cada vez corran más mujeres".

María Pino aseguró que suele participar en carreras benéficas, aunque es la primera vez que corre en la de Barberos Solidarios . "Hago todos los años la San Silvestre", apuntó la mujer, que señaló que había disfrutado de la experiencia "dado que no hay primeros ni últimos puestos".

Otra de las triunfadoras del día fue Aysa Blanco, la primera en cruzar la meta dentro de la categoría infantil. La niña de 11 años, que repite la experiencia, aseguró que participaría "en todas las actividades" que organice Barberos Solidarios hasta este domingo, ya que considera que "es una gran idea que el dinero recaudado vaya a asociaciones donde hay personas que lo necesitan para que así se recuperen cuanto antes". La pequeña deportista terminó los siete kilómetros agotada, "cuando estaba llegando no sentía las piernas, parecía que me iba a caer", explicó, aunque confesó que practica crossfit y atletismo en el colegio. Tras pasar por la caseta de masajes, dijo: "Me he quedado súper relajada y mañana vendré con mi padre a que se corte el pelo".

El concejal del área de Empleo y Turismo del Ayuntamiento capitalino, Pedro Quevedo y el concejal de Ciudad del Mar, José Eduardo Ramírez no quisieron perderse la cita y se encargaron de la entrega de premios. "Si alguien se pretende cargar este evento en un futuro lo tiene muy difícil, esto se tiene que repetir cada año", declaró Quevedo a los asistentes que aplaudieron sus palabras. Durante la jornada, hubo zumba, crossfit, talleres infantiles y cortes de pelo.