El hombre acusado de cometer dos delitos de abuso sexual a dos menores de 16 años, admitió ayer ante el juez que le realizó tocamientos en zonas íntimas a la hija de su pareja y besó en la boca a la amiga de su hijastro.

Pablo S. A., de 31 años, nacional de Uruguay, confesó ayer durante el juicio que se llevó a cabo en su contra, que sí cometió los abusos sexuales a las dos menores y que está "avergonzado" por ello. Sin embargo, al ser cuestionado por el juez, con respecto a si estaba de acuerdo con la condena solicitada por el ministerio público, este respondió que no.

Por ello, el fiscal llegó a un acuerdo con la defensa para reducir la pena, pues resaltó que en el acusado concurren las atenuantes de confesión tardía y arrepentimiento, ya que "reconoció los hechos voluntariamente durante la fase de instrucción".

En cuanto al delito de abuso sexual a la hija de su pareja, el Ministerio Fiscal rebajó la solicitud de condena de seis a cuatro años de cárcel. Mientras que, por los hechos ocurridos con la amiga de su hijastro, el fiscal modificó de cinco a dos años de prisión.

La acusación pública solicitó la suspensión de la pena privativa de libertad impuesta al agresor una vez cumplidas las tres cuartas partes de la condena, por la expulsión del territorio nacional. Asimismo, que este no pueda regresar a España durante cinco años, después de su expulsión judicial.

Además, requirió que se le impusiera al acusado la prohibición de acercarse a las dos jovenes a menos de 300 metros, por un periodo de ocho años, la medida de libertad vigilada durante seis años una vez que salga de prisión, la obligación de participar en programas de educación sexual y la inhabilitación para ejercer cualquier profesión que implique tener contacto con menores de edad durante cuatro años.

Con respecto a la responsabilidad civil, el fiscal pidió que el acusado indemnice a la hija de su expareja con 4.000 euros y a la amiga de su hijastro con 1.000 euros.

Pablo S. A., llegó a España desde Uruguay en noviembre de 2016, acompañado por su pareja sentimental, dos hijos de ella y uno que tienen en común. En marzo de 2017, cuando la hija de su mujer tenia 12 años, el acusado con el "propósito de satisfacer sus deseos sexuales" realizó tocamientos a la víctima en glúteos, pechos y vagina, durante varios días, mientras la madre de la joven dormía.

Asimismo, el hombre creó un auto chat de WhatsApp donde escribió que él "desvirgaría" a la menor, además de que detalló los tocamientos que le había realizado.

El imputado también utilizó el Instragam de su hijastro para ver las fotos de sus amigas menores de edad. Por ello, en mayo de 2017, logró contactar con una compañera de clase del menor, con la que mantuvo conversaciones a través de WhatsApp.

Posteriormente, el agresor concretó una cita con la víctima de 14 años y la llevó a una calle no transitada de La Isleta y la besó en la boca. En un segundo encuentro, el acusado se ofreció a llevar a la víctima a su casa y en el transcurso del viaje, la besó en la boca "con mayor intensidad" e intentó levantar su traje sin que ella se lo permitiera. Después, le escribió por WhatsApp que "llegaría hasta donde ella quisiera".

El juicio quedó visto para sentencia, tras llegar a una conformidad entre las partes.