El buque semisumergible para cargas pesadas Blue Marlin realiza a partir de hoy una escala en el Puerto de La Luz tras sufrir un secuestro en aguas próximas a la isla de Bioko, en Guinea Ecuatorial, y ser liberado por el patrullero Serviola de la Arma-da Española junto a embarcaciones militares del país africano. El barco, que es propiedad de la multinacional neerlande-sa Boskalis, tiene previsto llegar a Gran Canaria en torno al mediodía y permanecerá en la Isla una semana consignado por HM Bland.
A su llegada, el Blue Marlin atracará en el Muelle Santa Catalina. Durante su estancia tendrá que ser sometido a algunas reparaciones, de acuerdo con fuentes portuarias. Limpiará también sus depósitos de aguas residuales y realizará reemplazos de tripulación, además de aprovisionarse de víveres y combustible antes de continuar su viaje.
El Blue Marlin pasa por La Luz al ser primer puerto europeo en su camino tras el suceso vivido por su tripulación hace casi tres semanas. El cinco de mayo por la tarde, poco después de dejar una carga en aguas al oeste de Malabo, la nave fue abordada por un número indeterminado de piratas armados. En este punto divergen las versiones ofrecidas por la Armada Española y Boskalis: mientras los militares consideran que los asaltantes pudieron llegar al barco haciendo uso de un remolcador que habría sido secuestrado poco antes, el armador del buque apunta a que lo hicieron a bordo de una lancha zodiac.
En cualquier caso, los 20 tripulantes que viajan a bordo del Blue Marlin pudieron reaccionar a tiempo. En cuanto tuvieron conocimiento de que el barco estaba siendo abordado, corrieron a refugiarse en la denominada ciudadela, un espacio de alta seguridad que cuenta con los víveres necesarios para poder resistir en su interior, así como equipos de radio para mantenerse en comunicación permanente con el exterior. Su actitud fue aplaudida por el director general de Boskalis, Peter Berdowski, en un comunicado difundido tras el secuestro: "Quiero expresar mi felicitación a la tripulación por sus acciones extremadamente profesionales y acertadas al enfrentarse a esta situación en la que sus vidas corrían peligro", indicó.
El secuestro del Blue Marlin puso en alerta de manera inmediata a las autoridades de Guinea Ecuatorial, que desplazaron hasta la zona la fragata Wele Nzas y dos helicópteros militares. Además del país en cuya zona económica se encontraba el barco, también fue notificada la OTAN, que a través de su misión de defensa del comercio en el golfo de Guinea movilizó también al patrullero español.
La primera en llegar a la zona fue la Wele Nzas, cuya tripulación se encargó de las negociaciones iniciales con los secuestradores. El Serviola, que realiza labores de vigilancia y seguridad marítima en la zona, llegó a la mañana siguiente y una vez en el lugar del suceso su dotación participó en una visita al Blue Marlin junto a efectivos ecuatoguineanos. Los piratas, que durante su incursión realizaron múltiples disparos y llegaron a destrozar algunos de los equipos de navegación, ya habían abandonado la nave cuando llegaron los militares.
A bordo, aún encerrados en la ciudadela y sin daños, perma-necían los 20 tripulantes del Blue Marlin. Una vez liberado, el barco tuvo que ser remolcado debido a los daños causados por los secuestradores en el puente de mando. Una dotación mili-tar ecuatoguineana se quedó en el buque, que continuó navegando con ayuda de un remolcador y escoltado por la fragata mientras el patrullero español continuaba su misión de vigilancia en el golfo de Guinea, un área en la se han sucedido varios secuestros marítimos en los últimos tiempos.
