El acuerdo de la totalidad de los titulares del Mercado Central desbloquea el proceso para instalar un supermercado en la planta alta, que Mercadona aspira a gestionar. La cadena valenciana negocia desde hace más de un año su desembarco en el piso alto del Mercado Central, aunque la gestión de la nueva unidad alimentaria tendrá que salir a concurso público, una vez que el Ayuntamiento le de el visto bueno al cambio de modelo de explotación, ya que el lugar de los puestos será ocupado por un supermercado. El actual mercado continuará con su actividad en la planta baja, con los actuales puestos.

Los comerciantes del Mercado Central intentan dinamizar las ventas con la instalación de un supermercado que haga de atractor de clientes, como se ha hecho en muchos mercados de abastos de España.

De momento, se ha resuelto el principal escollo, según han asegurado fuentes del mercado de abastos, al alcanzarse un acuerdo con los últimos titulares de puestos de venta, con los que se negociaba desde hace varios años porque no se ponían de acuerdo en el precio o las condiciones del traspaso. Los titulares reclamaban más dinero, al considerar ridícula la cantidad ofertada inicialmente.

Así las cosas, los últimos diez concesionarios que quedaban en la planta alta están en fase de cierre o han cerrado acuerdos, de forma que la mitad traspasa y se va y la otra mitad traslada sus puestos a la planta baja. Parte de ellos se quedarán hasta el próximo mes de junio.

Negociación

El proceso de negociación con Mercadona ha sido impulsado por uno de los comerciantes del mercado, Adrián Díaz, que es titular de varias concesiones y que se han encargado de liderar las conversaciones con la cadena alimentaria y con los concesionarios de los puestos de la planta alta, tras ser autorizado por la cooperativa del mercado, en proceso de disolución para crear otra entidad gestora.

Adrián Díaz eludió hablar sobre el asunto, hasta que el proyecto esté totalmente cerrado, tras ser consultado por este periódico.

Desde Mercadona, tampoco quisieron hablar hasta que el acuerdo "este firmado". "Por ahora no hay nada cerrado, aunque seguimos trabajando para instalarnos en el Mercado Central", señalaron fuentes de la empresa.

El siguiente paso, tras la firma del acuerdo con todos los concesionarios de la planta alta es la formalización de la sociedad cooperativa en sociedad limitada, según informaron fuentes del gobierno municipal.

También tendrá que aprobar la junta de gobierno municipal el cambio de actividad en la planta alta, que pasa de tener puestos de abasto a ser unidad alimentaria, algo que se producirá previsiblemente poco después de las elecciones.

Lo que sí resaltaron tanto desde la Concejalía de Urbanismo como de Promoción Económica y Mercados, de la que son titulares Javier Doreste y Pedro Quevedo, respectivamente, es que el traspaso de la explotación de la planta alta tendrá que salir a concurso, porque así lo establece la ley y el reglamento municipal de mercados. Al tratarse de una propiedad pública tendrá que garantizarse la concurrencia de las cadenas alimentarias que estén interesadas.

El concejal Javier Doreste señaló al respecto que "el Ayuntamiento apuesta por un concurso público. Lo contrario, sería ilegal. El concurso será supervisado por el Ayuntamiento y la entidad que gane el concurso presentará el proyecto de reforma" para transformar la planta alta y conseguir la licencia. El edificio está protegido, añadió, "por lo que el servicio de licencias velará porque el proyecto de reforma que se presente se ajuste al grado de protección ambiental".