La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista| Pedro Mújica

"En el futuro, el automóvil privado dejará de venderse y funcionará por suscripción"

"El sector de la automoción debe ir cambiando el modelo de negocio como ha ocurrido en la música", señala el ingeniero en Ciencias de la Computación

Vaticina la desaparición del coche privado a favor del compartido y el transporte público

La movilidad del futuro será coche autónomo, compartido y transporte público.

¿Qué tienen que hacer las empresas del sector para adaptarse a esto?

Transformarse sí o sí. Creando flotas como Tesla -compañía estadounidense que trabaja en la producción de coches con energías renovables-. Flotas de coches privados pero concertados con la red pública para que sean compartidos y que pertenezcan a la red del sistema integral de movilidad pública de cada ciudad. La administración pública será la que, en parte, sustente este modelo de negocio, así como las suscripciones de corporaciones o ciudadanos que apuesten por él. Estas empresas que se dedican a fabricar coches, en vez de venderlos en concesionarios de uno en uno, lo que harán será vender flotas a las ciudades para incluirlas dentro del transporte integrado público de la ciudad.

¿Están preparadas las empresas canarias del metal para esta transformación, más si cabe cuando la mayoría son pequeñas y medianas sociedades?

No lo sé; no conozco sus planes. Pero este es el nuevo paradigma que viene, del que hablan las grandes corporaciones mundiales, sobre todo tecnológicas.

¿Cuáles son los retos que tendrán que deben afrontar?

Tendrán que ir gradualmente cambiando el modelo de negocio como ha ido ocurriendo en el sector de la música. Se dejaron de vender discos y ahora son todo plataformas de música por suscripción, lo mismo será con los automóviles. Dejará de venderse el automóvil privado y el coche funcionará por suscripción. Y no solo los turismos, sino todos los vehículos que tu utilices a lo largo del día porque la intermodalidad habla de ir cambiando de forma rápida de un vehículo a otro sin tener que ir pagando por el uso de cada uno de ellos. Ni tendrás en propiedad nada ni pagarás por el uso del vehículo público, sino por el transporte en general. Es decir, pagarás una sola vez por acceder a esa modalidad integrada de movilidad que tendrán las ciudades del futuro, y que puede ser en forma de tren, de coche-dron volador, de avión, de vehículo personal, de moto, de bicicleta eléctrica. Da igual la forma que tenga.

¿Será posible en una ciudad como esta, donde ayer mismo [miércoles] hubo ciudadanos que se manifestaron en contra de los carriles bici que quitan aparcamiento a los coches?

El siglo XXI es el más diverso de toda la humanidad. Y esa diversidad quiere decir que, en el 2040, nos podemos encontrar con ciudades que tengan este sistema de movilidad integrado y habrá otras que no. Habrá una ciudad como Londres y un pueblo como los de Kenia, en donde ni siquiera podrá tener agua en condiciones de salubridad. Esa diferencia a día de hoy será más acusada en el futuro. En el 2040 será posible que veamos ciudades inteligentes con esta movilidad de la que hablamos y quizás Las Palmas de Gran Canaria siga funcionando como en la actualidad o se haya transformado en parte, porque la inversión que se necesita para llegar a este tipo de movilidad es muy grande y el cambio de mentalidad es muy, muy, muy grande. Posiblemente, esta movilidad ocurrirá en las grandes urbes de hubs culturales masivos como Londres, Berlín, Nueva York, Tokio, Singapur, Shanghai, y Las Palmas se irá incorporando poco a poco. A lo mejor para nosotros es en el 20170 y no en el 2040.

¿La colaboración público-privada será fundamental para alcanzar esta nueva movilidad?

Es uno de los pilares. Si no hay una estrecha colaboración este tipo de planes tecnológicos tan ambiciosos, que van a englobar, interconectar y sensorizar todo, será dificilísimo porque la tecnología, la inteligencia artificial, el big data puede, pero no puede venir solo de la parte privada, haciendo experimentos en las ciudades. Estas no son laboratorio. Las administraciones tienen que regular toda esa implantación y ayudar a las empresas que tengan proyectos de utilidad.

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