La primavera es época de comuniones. Miles de niños y niñas de las Islas celebran durante estas semanas un rito católico que resulta cada vez más parecido a otro, el matrimonio, en lo que a pompa y boato se refiere.

Los grandes regalos y los banquetes de postín resultan cada vez más habituales, aunque una familia de Las Palmas de Gran Canaria ha querido dar un paso más allá y ha decidido llegar a la primera comunión de su hijo en una gran limusina.

La imagen fue tomada este sábado en la señera parroquia de Nuestra Señora del Pino, en el Puerto. El vehículo paró justo a las puertas del templo antes de la ceremonia para dejar al joven junto a su familia, algo que sorprendió a los vecinos de la zona y a quienes paseaban por la zona comercial de Mesa y López.