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Fiestas Fundacionales | Medalla de Oro

25 años evitando la exclusión social

La Fundación Main recibe la Medalla de Oro de la ciudad después de un cuarto de siglo ayudando a miles de jóvenes a encontrar un empleo y buscar su camino

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Medalla de Oro a la Fundación Main

La inserción laboral como herramienta para escapar de la exclusión social y la pobreza. La Fundación Canaria Main atiende cada año a decenas de jóvenes de la capital grancanaria para darles una salida, ayudarles en sus estudios, proporcionarles una formación o, en definitiva, facilitarles un futuro con menos complicaciones. Una tarea que le ha servido para recibir una de las Medalla de Oro 2019 que otorgará el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria el próximo domingo 23 de junio.

Las hijas de María Auxiliadora, conocidas popularmente como salesianas, comenzaron a trabajar junto a familias en riesgo de exclusión social en la capital grancanaria en 1994. Lo hicieron concretamente en El Polvorín, barrio en el que siguen manteniendo una sede donde imparten una serie de proyectos socioeducativos para ayudar a los niños y jóvenes de la zona. Precisamente, el próximo 24 de septiembre celebrarán sus bodas de plata. Una fecha en la que esperan abrir un nuevo "hogar de emancipación" en Puerto del Rosario.

"Existe una demanda urgente, hay una larga lista de espera de chicos que recién han superado la mayoría de edad y no tienen a donde ir", señala Elizabeth Santana Rosales, trabajadora social de la Fundación. El colectivo cuenta hoy día con hasta 20 plazas en la capital grancanaria destinadas a jóvenes que no tienen redes de apoyo que les ayuden a llevar una vida autónoma, tal y como explica Ana María Cabrera López, actual directora. De esta manera, ellos ayudan a chicos y chicas de entre 18 y 25 años a buscar empleo, darles formación laboral, además de proporcionarles un hogar y que no se queden sin alternativa o en calle, tal y como recalca Santana.

Su idea es seguir creciendo en este proyecto, dada la urgencia que denuncian existe entorno a este problema social. No obstante, en la mayoría de los casos se trata de jóvenes que estuvieron tutelados por el Gobierno de Canarias y ahora ya han cumplido la mayoría de edad. Pero, las labores de la Fundación Main van mucho más allá, pues cada año forman a decenas de chicos y chicas en profesiones relacionadas con la restauración o el sector sociosanitario.

Sede de Almatriche

Parte de los proyectos formativos de la Fundación Main tienen su sede en el barrio de Almatriche. En este edificio imparten programas de itinerario integrado en la inserción laboral (piil) tanto sociosanitario como de restauración. También imparten programas de formación en alternancia con el empleo (pfae) sociosanitario y de bar restaurante. La idea de estos proyectos educativos se centra en preparar e introducir a jóvenes desempleados en el mercado laboral.

"Que un pibe que había dejado los estudios ahora se ponga a formarse ya de por sí eso es un éxito", recalca la trabajadora social del centro. No obstante, allí no solo se encargan de enseñar una profesión a sus alumnos. "La idea es sacar lo mejor de sí mismos en todos los sentidos", apunta Santana.

A lo largo de su formación se encargan de hacerles un seguimiento completo. Tanto dentro del aula como en las empresas donde realizan las prácticas. A día de hoy la Fundación colabora con 120 empresas, en su mayor parte pymes comprometidas con los valores que defiende la entidad. Además, se imparten tres asignaturas comunes a todos los programas: habilidades sociales, formación laboral y alfabetización digital. Tres ramas "transversales" que les podrán facilitar el conseguir un empleo, señalan Santana y Cabrera.

En el aula taller de formación sociosanitaria dos chicas, el resto se encuentran de prácticas en el exterior, aprenden a limpiar con una esponja a una persona con graves problemas de salud. La docente, Estefanía de Alejandro, enfermera de profesión, se encarga de explicar a sus alumnas cómo tienen que coger los brazos y cómo deben sostener la cabeza del falso paciente - realmente manipulan un maniquí- a la hora de incorporarlo. "Hacemos una formación integral y les enseñamos a atender a personas de todas las edades, no solo a mayores", especifica la profesora. Entre los conocimientos que imparte, De Alejandro hace hincapié en el dietario de aquellos que van a atender sus alumnos.

En Almatriche también cuentan con un bar a modo de taller para que los alumnos puedan formarse en sala, aunque gran parte del pfae lo vivirán en empresas reales en el exterior, por lo que esta taberna improvisada les sirve de aprendizaje.

En Main resaltan que a sus alumnos nunca los dejan solos y les hacen un seguimiento continuado dentro y fuera del aula mediante la figura del mediador laboral y de los propios docentes. Este se encarga de buscar las empresas más idóneas para la formación y aprendizaje de los jóvenes y, además, asesora a los negocios implicados. Asimismo, ayuda a encajar los perfiles que tienen cada uno de los chicos y chicas, resalta Santana.

Los docentes pasan por las propias empresas para supervisar que todo marche a la perfección. "Tenemos un alto grado de inserción de los alumnos, aunque el éxito muchas veces está en que retomen los estudios o encarrilen un poco su situación personal", señala Santana. "La idea siempre es darles apoyo psicológico, acompañarles en todo momento en el proceso personal y laboral", apunta.

La Fundación también colabora con el Banco de Alimentos. Desde la sede de Almatriche reparten comida a familias necesitadas del barrio y, además, también atienden a personas desde su delegación en Tenerife. Entre sus otros proyectos, también cuentan con un piil en Imagen Estética; además desde un local cedido en El Polvorín imparten clases de español a migrantes o refuerzo escolar para adolescentes y formación reglada a través de Radio Ecca.

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