La unión del tripartito resiste frente a la inestabilidad de los otros pactos locales

El Acuerdo por la Ciudadanía fue firmado poco después del mediodía de ayer en el Aula de Piedra del Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria(ULPGC), unas dos horas después de que el 83,43% de que se conocieran los resultados de la votación en la que los inscritos e inscritas de Podemos ratificaran el acuerdo. El PSOE lo había refrendado días antes y los de Nueva Canarias lo respaldaron el pasado jueves por unanimidad.

El alcalde en funciones, el socialista Augusto Hidalgo, que mañana tomará posesión de su cargo de regidor junto con los otros 16 concejales que componen la mayoría de gobierno del nuevo mandato, resaltó la limpieza y la ejemplaridad del proceso que ha presidido la negociación y el acuerdo alcanzado, basado en un programa de gobierno progresista. "Somos un espejo, en el que deben mirarse en toda España y en Canarias", señaló en relación con el baile de pactos que se vienen tejiendo y destejiendo en los últimos días en varias instituciones de las islas.

"Nosotros", indicó Hidalgo, "teníamos claro desde el principio que íbamos a iniciar un proceso igual que hace cuatro años, que primero empezaríamos a hablar de los problemas de la gente para buscarles una solución, al final se repartirían las responsabilidades y después todo se sometería a la ratificación por los partidos". A su juicio, el acuerdo de progreso es "una muy buena noticia para la ciudad más importante de Canarias, porque hemos estado cuatro años transformando la ciudad y ahora ponemos los cimientos para continuar con ese proceso de transformación, para convertirnos en la capital del Atlántico medio, en la referencia a nivel de España e internacional".

Por su parte, el líder de Podemos y primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo en funciones, Javier Doreste, destacó que "primero fue la ciudadanía la que refrendó el gobierno de progreso" en las urnas y "ahora han sido los inscritos y las inscritas de Podemos los que han ratificado las políticas de progreso, que nosotros llamamos de izquierda, las que atienden a las personas más vulnerables, que ahora se van a desarrollar con más fuerza todavía. Incluimos también en el acuerdo la transición energética y la lucha contra el cambio climático. Lo sentimos por la derecha y nos alegramos por la izquierda. La derecha no va a gobernar estos cuatros años en esta ciudad; que se vayan acostumbrando, porque también van a estar en la oposición en otras instituciones".

Pedro Quevedo, segundo teniente de alcalde de Nueva Canarias y edil de Turismo en funciones, consideró que, "cuando se producen movimientos convulsos en la política de pactos en Canarias y hay ejemplos de incoherencia poco edificantes, Las Palmas de Gran Canaria ha puesto una vez más una seña de identidad que refleja que los que estamos aquí nos creemos que esta es la primera capital del Archipiélago y, por tanto, se merece un respeto y sus habitantes también".

Quevedo desmintió una vez más la existencia de sondeos por parte de su partido para darle la Alcaldía a la cabeza de lista del Partido Popular (PP) en la capital, Pepa Luzardo, como aviso a navegantes al PSOE para recuperar Telde y, sobre todo, Santa Lucía de Tirajana. "Puedo garantizar que ha habido un respeto absoluto por parte de la organización al proceso que llevábamos en Las Palmas de Gran Canaria, porque siempre hemos apostado por procesos de cambio y de progreso", dijo. Los tres socios apostaron por un gobierno de izquierda para Canarias. "Me parecería una mala noticia", aseveró Hidalgo, "que la izquierda perdiera el Gobierno canario cuando lo tiene a tiro. Los ciudadanos han mostrado su voluntad inequívoca por un gobierno de izquierda capitaneado por Ángel Víctor Torres, pero vamos a esperar".