"En estos días hemos asistido a la vergonzosa noticia de haber alcanzado el número mil de mujeres que han perdido la vida violentamente en manos de su parejas o exparejas. Entre ellas, 66 vieron su última luz en Las Palmas de Gran Canaria. Como gobierno, como corporación municipal y también como sociedad, permaneceremos vigilantes y proactivos para que esta lacra desaparezca de nuestra sociedad". Augusto Hidalgo, fue así de contundente en su discurso de la ceremonia de entrega de los Honores y Distinciones de la capital en el que quiso aprovechar para manifestar la firme condena a la violencia machista que ha dejado un millar de víctimas desde 2003 en España. Una lamentable realidad contra la que aseguró que la corporación municipal tiene la intención de luchar durante este nuevo mandato en pos de una ciudad que "defienda la igualdad real entre hombres y mujeres".

La justicia social y la sostenibilidad también salieron a colación durante la intervención del regidor municipal en el que también expresó el compromiso del tripartito para contribuir a que la capital "defienda un progreso ligado al desarrollo de los valores culturales, que continúa identificándose por estar abierta al mundo, inclusiva y también solidaria". Y es que según expresó el regidor, esta es la principal esencia del municipio que ha sabido sobreponerse a las adversidades a lo largo de la historia hasta poder celebrar el que ayer fue su 541 aniversario fundacional.

Hidalgo invitó a los presentes a "reflexionar" sobre el camino que ha habido que transitar para llegar hasta la actualidad, así como acerca de los retos que "plantea el porvenir". El alcalde se remontó más de cinco siglos atrás para recordar el primer campamento militar que se estableció a orillas del Guiniguada y que más tarde se consolidaría como el "primer emplazamiento urbano de Castillo en territorio de ultramar que desde los primeros momentos estuvo llamado a ser la capital política, económica, social y cultural del Archipiélago".

El primer medio siglo de la ciudad fue de un crecimiento rítmico, señaló, que atrajo a personas de otras islas que se establecieron junto a los comerciantes de otros países que "marcaron una de las señas de identidad" del municipio: "la multiculturalidad". A pesar de ello, la capital grancanaria no ha estado exenta de dificultades como la crisis del azúcar o la piratería cuyos estragos la sumieron "en casi dos siglos de decaimiento". No obstante, "siempre que nos referimos a la ciudad de Las Palmas la reconocemos como una ciudad abierta", apostilló. De ahí que acogiese los cambios que llegaron con las ideas ilustradas y que convirtieron el esplendor del pasado en una aspiración."Fue así como a mediados del Ochocientos, una generación de jóvenes formados en las nuevas ideas y comprometidos con su devenir, tomaron conciencia del papel protagonista que representaban para ganar el futuro de la ciudad".

Y lo hicieron por una apuesta firme por la educación, la cultura y la solidaridad que les llevó a crear más escuelas y sociedades que perviven hasta la actualidad como el Gabinete Literario o la Sociedad Filarmónica. "Lucharon por recuperar el protagonismo político, logrando la primera división administrativa de la Provincia, y por afianzar la recuperación económica", aseveró el alcalde.

"Todos esos avances, contaron en ocasiones con protagonistas destacados cuyos nombres han quedado reflejados en nuestra historia", apuntó antes de destacar que el desarrollo y progreso que ha ganado la ciudad ha sido gracias al empeño y la contribución de las personas que han habitado en ella. Personas no solo del pasado, también del presente, con los que ayer fueron homenajeados durante la ceremonia.