Los quince vecinos desalojados el pasado mes de abril a causa del derrumbe de un talud del paseo de Chil han podido regresar ya a sus hogares tres meses después del accidente, según ha asegurado el Ayuntamiento, que garantiza también la "seguridad y plena estabilidad de la zona" tras el avanzado estado en que se encuentran los trabajos que emprendió el consistorio para afianzar el muro.

Según el consistorio, fue el pasado fin de semana cuando volvieron estos quince vecinos, que tras su desalojo fueron atendidos por los servicios sociales y se les proporcionó alojamiento y manutención desde el 13 de abril hasta el 7 de julio. Los otros 14 afectados por el desalojo de las casas de la calle Ladera de Cuyás, ya estaban residiendo en sus casas debido a que sus viviendas se encontraban en una zona fuera de peligro.

El Ayuntamiento informa que las actuaciones realizadas para estabilizar la zona, tras el derrumbe producido el pasado mes de abril, han consistido en la consolidación del terreno mediante hormigón proyectado y anclajes activos.

Se han ejecutado diferentes fases de estabilización, a través de la construcción de un muro en sentido descendente. "La excavación" , añade el Ayuntamiento, "se ha realizado por niveles, seguida de la perforación de los anclajes activos al terreno, ejecutando líneas de anclajes y hormigón proyectado armado sucesivamente protegiendo en todo momento las estructuras de las viviendas superiores".

También se han realizado, desde el inicio de las obras, mediciones topográficas periódicas para el control de la estabilidad de la ladera y las estructuras de las viviendas, unos controles que se prolongarán para garantizar que no se produzca ningún movimiento mientras se finalizan los trabajos.

El Ayuntamiento calcula que las obras, que continúan en marcha, concluirán previsiblemente durante las próximas semanas. Las actuaciones pendientes de realizar consisten en labores de gunitado (proyección de hormigón con una manguera de alta presión) en el resto del talud y trabajos de albañilería, remates y limpieza de obras.

La estructura afectada, de propiedad privada, estaba formada por un gunitado de hormigón y acero encima de la tierra que servía de contención a la ladera. Los técnicos municipales consideraron que las lluvias pudieron ser la causa de que cediera la ladera.

Derrumbe

El derrumbe se produjo a las 02.32 horas de la madrugada del pasado 11 de abril y sorprendió mientras dormían a los vecinos de la zona, que dieron la alarma a las autoridades, quienes acudieron a la zona rápidamente y cerraron la vía ante el peligro que supone para el tráfico de vehículos y peatones y desalojaron a un total de 29 vecinos.

El accidente no provocó heridos y tan solo afectó al mobiliario público y a las palmeras situadas en la vía. Los vecinos realojados se quejaron el pasado mes de mayo, tras el robo perpetrado en una de las viviendas desalojadas, de la prohibición de entrar en sus casas, ya que apenas tuvieron tiempo de recoger sus cosas en los escasos minutos previos al desalojo que se produjo tras el derrumbe. Tras la denuncia, el Ayuntamiento organizó una visita con los bomberos para que pudieran recoger sus enseres. El pasado fin de semana pudieron volver a sus hogares de manera definitiva.