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ANÁLISIS

Y ahora la cycas del Hospital San Martín

El Cabildo de Gran Canaria y el equipo de arquitectos Romera y Ruiz sopesan erradicar el árbol, que tiene doscientos años de existencia y alto valor biológico y arquitectónico

La cycas bicentenaria, ayer, en el patio central del Hospital San Martín. MARIANO DE SANTA ANA.

Y ahora la cycas del Hospital San Martín. Hasta no hace tanto, el transeúnte que anduviese por las faldas del Risco de San Juan podía exaltarse ante la vista de los hermosísimos palmitos gemelos del vecino Risco de San Nicolás y, luego, al entrar en el recinto expositivo del antiguo hospital, deleitarse con la cycas que se levanta majestuosa en su patio principal. Estos árboles singulares fueron contemplados por la mirada abundante de Jorge Oramas: retrató los palmitos en un cuadro mientras permanecía ingresado con tuberculosis en el San Martín, donde convivía con la cycas. Como se sabe, los centenarios palmitos cayeron en septiembre de 2016, en buena medida por dejadez institucional.

Ahora, dos años después, el equipo de arquitectos Romera y Ruiz, que no ganó el concurso de ideas para reconvertir este edificio de Las Palmas en Museo de Bellas Artes de Gran Canaria (lo ganó un equipo que respetaba la cycas), pero que, sorprendentemente, es adjudicatario del "Proyecto para el acondicionamiento del edificio San Martín (Fase 1)" y de las "Obras accesorias de impermeabilización, accesibilidad y seguridad de incendio" en el mismo edificio, sopesa erradicar la cycas.

Erradicar esta Cycas circinalis de once metros de altura y unos doscientos años de vida, que, aparte de su incalculable valor natural, señor presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, tiene, señores arquitectos Pedro Romera y Ángela Ruiz, extraordinario valor arquitectónico. Este reportero se niega a que para ver cuadros de Oramas en el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria tenga que dejar de ver la cycas. Por eso ha firmado en change.org la petición "Salvemos la cycas del antiguo Hospital San Martín". Por eso ha pedido a significados ciudadanos que respalden esta causa con las declaraciones que pueden leerse a continuación.

Juli Caujapé, director del Jardín Canario: "Aunque no se trate de un endemismo, creo que en este caso también hay que aplicar toda la sensibilidad posible para asegurar el bienestar de uno de los ejemplares más emblemáticos y singulares de las Cycadaceae que pueden verse en Canarias. Además de pertenecer a una de las familias más antiguas de las gimnospermas, se trata en este caso de un ejemplar que por su tamaño y edad debería considerarse de valor patrimonial. Invisibilizar este magnífico ejemplar no es una opción, y pienso que deben ponerse todos los medios a nuestro alcance para salvarlo".

David Bramwell, exdirector del Jardín Canario: "He leído que el Cabildo tiene una comisión de expertos que va a encargarse de este asunto. Espero que cuente con expertos en el asunto. No se puede destruir un árbol que es un ejemplo único en Canarias. Un trasplante no prosperaría porque no se puede trasplantar una cycas de este tamaño y con más de doscientos años. Si van a convertir el antiguo Hospital San Martín en un museo de Bellas Artes deberían dejar en él el arte de la naturaleza".

Bernardo Navarro, exdirector del Jardín Canario: "Este caso demuestra la urgencia de un catálogo de ejemplares monumentales del mundo vegetal de nuestra Isla. Esto les daría seguridad jurídica para que se les respetase. No hay en Canarias un ejemplar tan antiguo y grande de cycas como este. La cycas es un árbol exótico representativo de lo que han sido los patios canarios desde finales del siglo XVIII, como lo son el filodendro trepador y las palmeras traídas de Cuba. Como botánico no me haría responsable de que en un trasplante sobreviviera. Supongo que los arquitectos que han decidido quitar esta cycas desconocen su valor monumental".

Flora Pescador, arquitecta y paisajista, profesora de la Escuela de Arquitectura de Las Palmas: "Una cycas con esta edad es un monumento y como tal merece un enorme respeto. Un proyecto arquitectónico que se hace sobre un lugar debe de tener en cuenta que ese monumento está ahí, que debe adaptarse a su existencia y no al revés. Esta cycas debería figurar en un catálogo de árboles monumentales".

Juan Palop, arquitecto: "Me gustaría pensar que esto no es un patio con una cycas sino una cycas con un patio. El patio es la maceta de la cycas, la infraestructura de la vida vegetal. Me interesa más mirar la arquitectura como infraestructura de los ecosistemas y dejar de mirar a los ecosistemas como adornos de la vida inerte de la arquitectura. Cualquier proyecto en Gran Canaria que afecte a un árbol o a un jardín debería llevar un visado de una institución solvente en estos temas como, por ejemplo, el Jardín Canario, que debería cobrar por ello. Toca ya pensar el rol que tiene que tener la arquitectura en el contexto de la emergencia climática y el Antropoceno".

Eugenio Reyes, portavoz de Ben Magec: "Si la cycas lleva tantos años ahí, entre nosotros, tiene todo el derecho del mundo a seguir ahí. O empezamos a tomarnos en serio que los árboles son nuestra mejor arma para combatir el cambio climático o seguiremos en la cola de las demandas del siglo XXI. Grandes ciudades como Madrid y París ya tienen leyes sobre el árbol urbano. El espacio urbano no es patrimonio exclusivo de los arquitectos. Lo es de todos los ciudadanos. El debate no es solo técnico sino también social, sobre los elementos y la calidad de vida de la ciudad que queremos todos. Hay que superar ya el tecnofascismo arquitectónico".

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