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Los buques con mercancías peligrosas no fondearán entre diques por seguridad

Capitanía Marítima pide a la Autoridad Portuaria que limite el repostaje a flote y el mantenimiento de barcos petroleros y gaseros cerca de la Avenida Marítima

Un barco gasero fondea en la zona de aguas portuarias conocida como entre diques, frente a la Avenida Marítima, en una imagen de archivo. LP

La presencia de buques petroleros, gaseros o con mercancías peligrosas fondeados frente a la Avenida Marítima a la altura del barrio de Arenales dejará de ser habitual dentro de poco. La Autoridad Portuaria de Las Palmas estudia en estos momentos una prohibición de las operativas de estas embarcaciones en la zona conocida como entre diques a raíz de la petición que le ha formulado al respecto Capitanía Marítima, que de acuerdo con la Ley de Puertos y Marina Mercante tiene la competencia legal para limitar este tipo de tráficos por cuestiones de seguridad. En este caso, debido a la cercanía de la ciudad y de una de sus principales vías de comunicación a escasos centenares de metros de donde se realizan operativas a flote como abastecimientos de combustible o limpiezas en la obra viva -esto es, la parte sumergida- de los cascos de los barcos.

La decisión sobre la forma en la que será implementada la medida aún no está cerrada. Por ahora se está realizando un estudio de estos tráficos y sus actividades en el Puerto de La Luz, de acuerdo con la directora suplente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Rosario Saá: "Vamos a analizar las operativas, aquellas que dentro de la ley hay que tener unas exigencias para ver cómo se implementan, en qué circunstancias". En concreto, la administración de los Puertos de Las Palmas está recopilando datos específicos acerca del número de escalas de este tipo de buques y revisando los protocolos de atraque y fondeo que existen en la actualidad: "Veremos si los metros son suficientes y buscaremos otras alternativas", avanza Saá.

La Autoridad Portuaria no descarta la posibilidad de establecer salvedades en determinadas circunstancias, como el tamaño de los barcos o el nivel de carga que tengan en el momento de llegar al Puerto. La directora suplente considera que "hay margen de maniobra para que no haya instrucciones generalistas" que impidan realizar operativas que no sean realmente riesgosas y alude a la existencia de otras zonas de fondeo en el propio Puerto que pueden convertirse en alternativas una vez se haya consumado la prohibición en la zona entre diques.

Saá enmarca la petición de Capitanía Marítima en el perfeccionamiento de los protocolos de seguridad que también está ocurriendo en otros sectores industriales y subraya, en cualquier caso, que la decisión de poner en marcha esta limitación no significa que La Luz suponga un peligro inminente para quienes trabajan en el Puerto o para la propia ciudadanía de Las Palmas de Gran Canaria. "No hay ninguna alerta y no quiere decir que el Puerto no sea seguro: a lo mejor hay que mejorar, pero de eso se trata".

La propuesta ha generado inquietud en sectores portuarios debido a la merma que su puesta en marcha podría suponer para sus intereses. Entre los temores más mencionados se encuentra la potencial disminución en el número de clientes que vienen al Puerto para recibir combustibles en fondeo, una actividad que en los últimos años había recuperado la relevancia que tuvo décadas atrás, aunque diversos motivos -entre ellos, la crisis en alguna de las compañías suministradoras y las averías de las gabarras de bunkering- ya han frenado su progresión en los últimos meses. Estos buques también suelen aprovechar sus escalas de avituallamiento para realizar determinadas limpiezas de los cascos y otros trabajos de índole submarina que, de hacerse en una zona de aguas más abiertas, resultarán más arriesgados para los profesionales que los llevan a cabo.

A este respecto, desde la Autoridad Portuaria se insiste en que "todavía no hay nada cerrado". Saá remarca que "tanto la administración marítima como la Autoridad Portuaria velarán por la seguridad y el medio ambiente", aunque "intentando siempre que la actividad no se vea afectada", apostilla. Tras la primera reunión mantenida entre las dos administraciones, la propuesta se encuentra "en fase de diálogo" y durante los próximos meses se sucederán los encuentros entre los técnicos portuarios y marítimos. El resultado será un documento que además analizará las operativas en la propia línea de atraque, no solo en la zona entre diques y en las dos áreas delimitadas de fondeo conocidas como radas, una detrás del dique Reina Sofía y otra frente al barrio marinero de San Cristóbal. La directora suplente de los Puertos de Las Palmas espera contar con un documento avanzado de cara al otoño y a partir de entonces se dará traslado al Consejo de Administración para que sancione la nueva normativa.

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