Las zanjas vuelven a Fernando Guanarteme. Ni ocho meses han tenido de respiro los vecinos, trabajadores y comerciantes de la zona desde que se terminó la última fase de la remodelación realizada en la calle, en el tramo comprendido entre Franchy Roca y Nicolás Estévanez y 29 de abril. El pasado martes se encontraron con la desagradable sorpresa de nuevas obras, porque el tramo está volviendo a ser abierto en canal para instalar un nuevo cable de energía eléctrica. Este no será el único tramo en el que se excavará porque la práctica totalidad de la calle, desde Nicolás Estévanez hasta la esquina con calle Olof Palme, será abierta para instalar el nuevo cableado de Red Eléctrica en Canarias.

Las obras, además de polvo y ruido, han comenzando a levantar las críticas de vecinos, trabajadores y comerciantes, que no entienden por qué no se aprovecharon las obras de repavimentación y saneamiento de la calle para instalar el cable.

Se trata de la línea eléctrica subterránea de 66 kilovoltios que está instalando desde el pasado verano Red Eléctrica, a través de subcontratas, y que va desde El Sebadal hasta el Lomo Apolinario. El cable de Guanarteme forma parte de una de las últimas fase de la red de 8,6 kilómetros que se ha enterrado por las calles Juan Pérez Domínguez, Juan Rejón o Albareda. El cable atraviesa también Padre Cueto, Sagasta, Alfredo L. Jones, Veintinueve de Abril, Fernando Guanarteme, Olof Palme, Paseo de Chil y la avenida de Escaleritas, en obras en estos momentos. El resto del recorrido pasa por Doctor Marañón, Carretera del Norte, vía de servicio GC-23, Urbanización Residencial Mestisay y Aconcagua.

La instalación del cable eléctrico se encuentra ya en su fase final. Entre los tramos instalados figura el paseo de Chil, Albareda y Juan Rejón. La actuación reforzará todo el sistema eléctrico que está formado por las subestaciones del Muelle Grande, Guanarteme, Buenavista, La Paterna, Lomo Apolinario y líneas asociadas.

Los obreros han informado a los vecinos que los trabajos se han iniciado ahora porque hay menos tráfico y que el objetivo es terminar antes del próximo mes de septiembre.

El cable

"No me lo puede creer", exclamaba ayer una trabajadora de la zona, que andaba enfadada, como el resto de vecinos, ante la perspectiva de las nuevas obras y los trastornos que llevan aparejadas. Explicaban que primero pensaron que se habían olvidado algo o que habían hecho alguna cosa mal, pero luego se enteraron de que se trataba el nuevo cableado eléctrico.

"¿Tan difícil es que el Ayuntamiento y Red Eléctrica planifiquen las obras para no tener que volver a abrir otra vez lo ya terminado?", se preguntaba otra vecina. "¿No podían haber puesto el cable cuando se estaba haciendo la calle? No lo entiendo. Ahora tienen que romperlo todo otra vez y no hace ni un año que lo terminaron", apostillaba otro vecino que añadía: "Si los que planifican tuvieran que pagar el dinero de más de su bolsillo o soportar las molestias, seguro que se preocuparían de hacer las cosas mejor".

Una trabajadora de Hacienda planteaba sus quejas en el corrillo formado mientras la piqueta seguía excavando la zanja y añadía: "Si yo hago en mi casa una obra como Dios manda, lo planifico todo para no tener que romper sobre lo hecho".

Más ruidos

Tanto a los vecinos como a los trabajadores no les quedará otro remedio que soportar una nueva ración de ruidos desde las ocho de la mañana. "La otra vez estuvimos unos nueves meses con las obras y ahora, a fastidiarse de nuevo. Nos tenemos que poner un pinganillo en los oídos porque aunque cierres las ventanas, se oye la escandalera", asegura una empleada. Mientras tanto, los dueños de los bares de la zona expresaban la esperanza de que las obras duren poco para que no les ahuyenten a los clientes.

Así lo indicaba Christian, uno de los dueños de The Best, una cafetería terraza situada en Franchy Roca, en primera línea del zafarrancho de obras. Llevan tres meses con el local y confían en su buena suerte y en la clientela para remontar este bache. En mitad de la calle aparece cerrado a cal canto el local Naday, que se traspasa tras caer víctima de las obras el pasado año, según aseguran los colegas.

"Cogió el local un mes antes de las obras y los que se lo pasaron no le avisaron. Al final, cerró. Y ahora, un año después, vuelta a empezar otra vez. Esto es una locura", critricaba un conocido del dueño del bar quebrado que prefirió, como el resto, no decir su nombre.

Según lo que le han dicho los operarios a los vecinos, la obra durará un máximo de ocho días en el tramo entre Franchy Roca y 29 de abril. Y luego seguirán por la calle Fernando Guanarteme hacia Olof Palme, donde hace poco concluyeron los trabajos para enterrar los cables.

A lo largo del recorrido por la calle Fernando Guanarteme, volverán a levantar otro tramo de obras recientes como la situada en frente de la plaza de Farray, cuyos adoquines tuvieron que ser instalados de nuevo porque se colocaron mal.

Fase final

La instalación del cable eléctrico se encuentra ya en su fase final. Entre los tramos instalados figura el paseo de Chil, Albareda y Juan Rejón, entre otros.

La actuación reforzará todo el sistema eléctrico que está formado por las subestaciones del Muelle Grande, Guanarteme, Buenavista, La Paterna, Lomo Apolinario y líneas asociadas.

Además del tráfico que pasa por la calle, muy reducido, las obras afectan al carril de bicicletas, uno de los que más se utilizan en toda la ciudad. El tramo que se está levantado en estos momentos forma parte de la fase quinta del acondicionamiento de la calle Fernando Guanarteme. Se trata de toda la zona comprendida entre la plaza de Los Betancores y la calle Nicolás Estévanez. Además de poner adoquines y ensanchar las aceras, la actuación de este último tramo, que se inició en 2017, cambió la red de saneamiento y la de riego y eliminó también las barreras físicas. Aunque se crean nuevos espacios de paseo y de ocio, han desaparecido los arbolitos que crecían en la calle. Las obras de remodelación de Fernando Guanarteme se iniciaron en julio de 2013, hace ya dos mandatos, y han llegado por el otro extremo a la calle Viriato. Pendiente de la remodelación queda el tramo de Fernando Guanarteme que está en peores condiciones.