Desde que se iniciaron hace un año las obras de peatonalización y de los carriles de la Metroguagua en Mesa y López, los vecinos y comerciantes de la zona han tenido que sufrir las consecuencias de cuatro averías en la tubería de abasto de la zona y sus correspondientes inundaciones. El último reventón se produjo justo ayer, en el punto de la acometida al edificio Coravi, justo a la altura de la tienda Zara.

Los locales del bingo Real Club Victoria han sido los principales afectados por la inundación -la segunda que padecen en menos de quince días-, que ha vuelto a inutilizar varias máquinas recreativas y ha anegado baños, vestuarios, garajes, la recepción y otras estancias del local recreativo situado bajo rasante.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, indicó que la rotura ha tenido lugar en una zona cercana al punto donde se produjo en la segunda semana de julio y añadió que se cree que "las piezas especiales se han soltado". Según Doreste, "no se estaba demoliendo" en la zona del reventón. "No ha habido contacto de maquinaria con el tubo. Es muy probable que la edad de la conducción más las vibraciones" de las obras "sean la causa", sostuvo el edil.

Un géiser

Una hora después de la rotura de la tubería, justo en la esquina de la tienda Zara, el agua seguía colándose por el falso techo del bingo, que ya quedó destrozado durante la inundación del pasado 9 de julio, y los empleados seguían achicando con fregonas, baldes y lo que encontraban a mano, mientras tapaban con plásticos las máquinas recreativas para evitar que se siguieran mojando.

El dueño del bingo, Manuel Padrón, expresó su impotencia e indignación ante los nuevos destrozos y exigió al Ayuntamiento capitalino que arregle de una vez la tubería de agua de abasto de la calle, que se encuentra en muy mal estado y "se rompe con las vibraciones de las obras. Emalsa dice que el Ayuntamiento sabe que la tubería hay que arreglarla. No sé si están esperando a que se termine la obra de la MetroGuagua para abrir la calle otra vez y renovar la conducción".

La tubería reventó poco después de las cuatro de la tarde. El agua salía disparada con tal fuerza que chocaba con el techo de los soportales, como una especie de géiser, anegando de paso todo el pasillo y las instalaciones del bingo.

La inundación debió sacar el agua de alguna alcantarilla, porque la peste a cloaca invadió toda el lugar.

Javier Doreste explicó que la conducción de agua averiada es de fibrocemento y muy antigua y añadió que ya se ha dado parte a la compañía Emalsa para que la repare cuanto antes..

Sarajevo

"¡Esto es peor que Sarajevo!", se quejaba ayer Padrón, que informó de que los vecinos del edificio Coravi se están planteando convocar una concentración para protestar por la multitud de problemas que les está causando unas obras que se eternizan. Además del ruido y el polvo, se quejaron, el Ayuntamiento está incumpliendo los plazos, pues los trabajos deberían estar ya terminados.

La inundación no afectó esta vez a El Corte Inglés, pero los grandes almacenes han sufrido destrozos en dos anteriores inundaciones, señalaron fuentes del centro comercial.

"La primera vez nos inundó el sótano uno, el sótano dos y el parquin del sótano tres. Aquello parecía una bañera. La segunda inundación que sufrimos afectó a la zona de personal y parte de los párquines dos y tres. Estamos todos temeroso de que en cualquier momento reviente otra tubería", indicó un empleado.

El negocio más afectado por el incidente de ayer volvió a ser sin duda el bingo Real Club Victoria que, al coste de arreglar los desperfectos causados en el inmueble y las máquinas recreativas, tendrá que añadir el dinero que dejará de percibir por no poder usar las tragaperras, que quedarán inutilizadas durante varios días hasta que las reparen.

"Las máquinas están todas enchumbadas y traerán consigo muchas pérdidas de ingresos, porque dan mucho rendimiento. Menos mal que había bastante gente y hemos podido impedir que los daños del agua fueran mayores", sostuvo un empleado.