Dos ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria se han encadenado a varias palmeras en la Vega de San José como protesta por la tala de cinco ejemplares centenarios con el fin de utilizar el terreno para la construcción.

Los protagonistas del vídeo muestran su malestar explicando que no es de recibo trasplantar ejemplares que tienen más de 200 años. "Estamos haciendo una acción directa para acabar con el vicio que tiene la Administración de trasladar al medio ambiente para dar cabida a negocios particulares", expresaba uno de los indignados.

El traslado de las cinco palmeras canarias de la Vega de San José comenzó ayer para disgusto de los residentes de la zona que están en pie de guerra desde que supieron del destino de los árboles que acuñan más de dos siglos de vida, por lo que están decididos a tomar medidas legales. Y es que los ejemplares se encuentran en el solar donde el grupo Dinosol sustituirá la antigua iglesia de Nuestra Señora de la Vega por un nuevo templo que también compartirá el terreno con un Hiperdino.

Fue a principios de año cuando la Diócesis de Canarias llegó a un acuerdo con la cadena de supermercados por el cual le cedían la parte de la parcela ubicada en la intersección de las calles Málaga y Córdoba para que hiciesen un nuevo establecimiento y, a cambio, ellos construían una ermita más moderna que sustituya a la que se erigió en la zona en 1988. El convenio también incluye la creación de un centro social para Cáritas y un aparcamiento subterráneo de dos plantas. Pero para ello, el proyecto contempla el traslado varios metros más allá de los ejemplares autóctonos. Una decisión que no ha gustado demasiado, especialmente a aquellos que han convivido con los árboles durante toda la vida.