¿De dónde viene su afición por fotografiar Las Canteras
A finales del año 1987 tuve problemas de salud y tuve que dejar el trabajo. Un tiempo después empecé un periodo de recuperación y comencé a venir a Las Canteras a pasear y relajarme, porque no hay mejor sitio para ello que esta playa. Por entonces, observaba a la gente y pensaba que detrás de cada una había una historia, así que decidí empezar a fotografiar a las personas. Hace seis años empecé a subirlas a las redes sociales y me di cuenta de que gustaban. Para mí, esta afición ha sido como una terapia.
¿Cómo encuentra la novedad, algo diferente, después de todos estos años?
A través de la observación, algo que requiere muchísimo tiempo. Vengo a la playa sin tener ninguna idea preconcebida porque en la vida van surgiendo cosas sin previo aviso. Un día, por ejemplo, vi a unos chicos haciendo surfing y llevaban una cabra y pensé '¿Una cabra en la playa?', y sí, allí estaba y pude fotografiar ese instante.
¿Qué encuentra en la cotidianidad que tanto le atrapa?
Encuentro una manera de hacer que la gente se pare un segundo a ver esas fotos, esos momentos, y sacarles una sonrisa. Me gusta darles un toque humorístico y jugar con los contrastes.
Usted ha llevado la imagen de Las Canteras por el mundo...
Algunas de mis fotografías de Las Canteras se han expuesto hasta en Calcuta, y por bastantes lugares europeos, incluso en una presentación que hubo en el Museo del Louvre, en París, cuando seleccionaron uno de mis trabajos en un concurso internacional. También tengo dos menciones especiales que me ha otorgado la National Geographic por dos imágenes aquí, en la arena de la playa. A mí me hace ilusión llevar a Las Canteras por el mundo y que sea vista en otras ciudades.
¿Se esperaba esa repercusión?
Para mí fue algo sorprendente. No me esperaba algo así, pero eso me motiva para seguir.
Trabaja mucho con el blanco y negro. ¿Por qué?
Empecé a hacerlas así porque es algo que me encanta. También pienso que si el color distrae, si no es lo importante, hay que suprimirlo. Pero también lo mantengo en muchas instantáneas si, justamente, es el color lo que te lleva a observar la imagen. Es lo que he aplicado en mi último trabajo, Coloreando, que es sobre el carnaval. Además, suelo jugar mucho con los reflejos porque dan un toque de misterio.
¿El verano es buena época para fotografiar Las Canteras?
Aquí podríamos decir que siempre es verano y a mí me encanta, pero los meses estivales para hacer fotos pienso que no son tan buenos porque la luz es más fuerte. En cambio, a mí el invierno en la Isla me parece maravilloso para fotografiar.
Usted es de Almería, un lugar también costero. ¿Qué diferencias ve entre sus playas y esta?
Como esta playa no hay ninguna, y no la comparo solo con las de allí, sino también con otras muchas en las que he estado como las de Brasil, Cuba o las de las islas Seychelles. Aquí puedes hacer cualquier actividad y es perfecta para cualquier persona de cualquier edad. Además, el paseo que tiene es como un mirador desde el que puedes ver todo eso.
¿Cómo describiría el ambiente o el espíritu de esta playa?
En Las Canteras se respira vida. Yo lo siento así y veo que la gente también.
Aún siendo de fuera de las Islas, usted valora muchísimo este lugar, esta joya que tenemos los grancanarios. ¿Cree que la gente de aquí es consciente de lo que tiene?
Pienso que hay mucha gente que sí, pero al mismo tiempo, hay quienes no la valoran. Yo creo que pasa como todo en la vida, que cuando tienes algo todos los días no te das cuenta de su importancia y no lo aprecias lo suficiente. Pero los que venimos de fuera, encontramos siempre aquí un lugar maravilloso.
