El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), Antonio Doreste Armas, anunció ayer que no se presentará a la reelección tras cumplir cinco años de un mandato que ha calificado como "convulso" y da paso a tres jueces, una mujer y dos hombres que aspiran al puesto. "Ratifico públicamente mi decisión de no solicitar la renovación de cargo por razones personales y familiares. Igualmente ha influido el desgaste que ha supuesto este mandato, que ha sido, quizás, el que más incidencias ha sufrido desde el inicio del TSJC", resaltó Doreste.

Durante la apertura del año judicial que inició a las 13.00 horas en el Palacio de Justicia de la capital grancanaria, el máximo representante de la judicatura en las Islas desveló su decisión de no presentarse a la reelección de la presidencia del TSJC, tras finalizar su balance del periodo 2017-2018.

"Deberá ser otra persona la que afronte un nuevo periodo que, confiemos, sea menos convulso", aseguró el presidente del TSJC. "Ha sido agotador, no solo por el caso del magistrado condenado a seis años y medio de prisión, Salvador Alba, sino por otros que no han salido a la luz, además de problemas internos serios que se resuelven dentro de nuestras paredes".

El presidente del TSJC también reseñó que se dedicará, una vez que culmine su mandato el próximo 19 de octubre, a "la labor jurisdiccional pura". "Volveré a ser un magistrado común y corriente, por lo que no sufriré esta carga de trabajo extraordinaria y agobiante que es la Presidencia", aseguró Antonio Doreste.

Doreste agradeció a las personas que, tanto en el ámbito judicial como extrajudicial, le han apoyado, así como a su familia. "Agradezco a mis hijos que han soportado mi ausencia fuera de su Isla, a la madre de mis hijos, mi familia, amigos de la juventud y a mis compañeros", reiteró Doreste.

El magistrado tomó posesión el 25 de septiembre de 2014, tras la salida del juez José Ramón Navarro, ahora presidente de la Audiencia Nacional. Antonio Doreste resultó electo frente a las otras candidaturas que se presentaron, conformadas por el magistrado José María Fragoso y la jueza de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Pilar Parejo.

Antonio Doreste nació en julio de 1954 en Las Palmas de Gran Canaria y comenzó su carrera judicial en 1994. En 2005 se incorporó a la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Además de ser presidente del TSJC, el máximo representante de la judicatura en las Islas, también estuvo destinado en el Juzgado de lo Social número 6 de Las Palmas de Gran Canaria y en el número 1 de Santa Cruz de Tenerife.

Tres candidatos

De igual forma, el magistrado reveló que ser presidente del Tribunal Superior de Canarias es "difícil". "No le doy mucho ánimo al siguiente, quien se crea que es un puesto cómodo está completamente equivocado. Mi consejo para los tres candidatos es que tengan mucho ánimo y cuidado", enfatizó el máximo representante de la judicatura en Canarias.

La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, María Auxiliadora Díaz, el magistrado de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Pedro Herrera, y el juez decano de Santa Cruz de Tenerife, Juan Luis Lorenzo Bragado, son los tres aspirantes al cargo que, hasta el próximo 19 de octubre, ejerce Antonio Doreste.

Es la primera vez en la historia del TSJC que una jueza titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer se presenta a las elecciones de Presidente de este Tribunal y, además, María Auxiliadora Díaz es, por ahora, la única fémina que ha manifestado su intención de disputar el próximo mandato.

El magistrado Pedro Herrera ya ha ostentado un cargo dentro del TSJC. En el periodo de 2011 hasta 2015, el juez fue viceconsejero de Justicia del Gobierno de Canarias.

Por su parte, Juan Luis Lorenzo Bragado no solo es juez decano de Santa Cruz de Tenerife, sino que además, es titular del Registro Civil Único de dicha localidad.

Balance

"Ha mejorado el servicio público judicial en Canarias", así lo aseguró Antonio Doreste en la apertura del balance del año judicial 208-2019 en las Islas. Igualmente, reveló que "el índice de resolución de asuntos resueltos o ha subido un 2,6%".

En cuanto a la tasa de asuntos pendientes por resolver, esta se ubica en un 2,3 por ciento, lo que significa un descenso. Mientras que el índice de congestión bajó un 0,4 por ciento.

Estas cifras son "moderadamente satisfactorias" para el presidente del TSJC. Sin embargo reconoció que existe una "bolsa de ineficacia" en los partidos judiciales de Granadilla y Puerto del Rosario. Además, resaltó el retraso en las ejecuciones de sentencias es el "relevante" desde la perspectiva del informe final del servicio pública.

Doreste recalcó la labor de los 246 magistrados, 19 jueces suplentes y 39 sustitutos en la Comunidad Autónoma. "La puesta en marcha de refuerzos en los órganos judiciales más recargados, ha dado respuesta a situaciones como la de los llamados juzgados especializados en materia de cláusula suelo, que han sido dotado de cuatro jueces tanto en Gran Canaria como en Tenerife de forma simultánea", manifestó el magistrado.

"Debemos calificar de insuficiente la mejora del servicio", sentenció Doreste. "Esto se debe a la insuficiencia de medios personales y materiales que no dependen del poder judicial, sino de las dos administraciones públicas del Poder Ejecutivo", apostilló el magistrado.

Antonio Doreste también reseñó que "esta independencia del Poder Judicial no otorga un poder omnímodo a los jueces y magistrados", por lo que deberán cumplir sus funciones de forma respetuosa con la ley.

"Siguen retrasos en las respuestas judiciales al ciudadano" , así lo anunció Doreste en su discurso. Además, indicó que estos frenos se deben a la "propias leyes procesales que imponen trámites y sistemas de recursos que paralizan la rapidez de los procedimientos judiciales". También es ocasionado por "la práctica de los poderes Legislativo y Ejecutivo de imponer bruscos cambios" normativos sin la adopción de medidas para atender las nuevas necesidades. "Los cambios legales sea en el ámbito procesal o material sobrecargan el Poder Judicial con nuevos litigios que no pueden atenderse, lo que produce una congestión" . aseveró el presidente del TSJC.