Multas de hasta 1.502,53 euros para las personas que alimenten en la vía pública a las palomas asilvestradas y el impulso de un programa de esterilización masiva de gatos callejeros son dos de las medidas que contempla la nueva Ordenanza Municipal sobre Protección y Tenencia de Animales del Ayuntamiento de la capital grancanaria.

La normativa, cuya aprobación definitiva se debate hoy en la comisión de pleno de Desarrollo Sostenible, se propone controlar la reproducción de gatos callejeros y de palomas asilvestradas, para evitar los problemas de salud pública o relacionados con el medio ambiente y la conservación del patrimonio que generan estos animales cuando se convierten en plagas.

Especialmente preocupante es el aumento del número de palomas callejeras, que está adquiriendo dimensiones de plaga en la ciudad, sobre todo en zonas como Las Canteras, la plaza de Manuel Becerra, Santa Catalina, la plaza de Santa Ana o Mesa y López, un fenómeno que se debe en gran medida a que la gente las alimenta.

Para intentar disuadir a los que ceban a las palomas, la ordenanza ha incrementado las multas por esta infracción, que en la actual ordenanza es leve y pasa a ser considerada grave en la nueva normativa. Así, la cuantía de las sanciones oscilará entre los 150,6 euros y los 1.502,53 euros, frente al máximo de 150,6 euros que se contempla ahora. Así, en el artículo 11.21 de la ordenanza se prohíbe “la alimentación en la vía pública de animales que puedan constituirse en plaga, evitándose la reproducción incontrolada y los problemas de salud pública y protección del medio ambiente urbano que pueden derivar de ello”.

La única excepción que se contempla a esa prohibición la constituye las colonias de gatos. La ordenanza regula por primera vez las colonias felinas.

Colonia de gatos

En la ciudad existen ya varias colonias creadas por vecinos para proteger a los animales y buscar al mismo tiempo una salida a un problema cada día mayor, debido al aumento de los abandonos de gatos.

“La solución a este problema”, establece la ordenanza en sus disposiciones generales, “pasa por el registro y control de las colonias, a la vez que se implementa una esterilización masiva que impida la reproducción de estos animales, ya que las colonias no son refugios permanentes”. Las colonias, aclara, “deben tratarse como una estancia provisional con tendencia a la reducción de animales mediante la esterilización y la adopción hasta la extinción” de la misma.

El proyecto de ordenanza ha recibido un total de 34 alegaciones, de las cuales cuatro fueron rechazadas por llegar fuera de plazo. Del total de alegaciones, presentadas por asociaciones animalistas, el Colegio Oficial de Veterinarios, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y el partido Pacma, se han estimado unas 22 propuestas, que han sido añadidas al texto definitivo, como la relativa al artículo 11.21, al que se añade la “excepción de alimentar animales en la vía pública cuando sea necesario para el control demográfico”.

También se ha aceptado reducir a solo una las camadas que podrán tener al año las perras, por lo que el criador "deberá respetar un ciclo reproductivo de descanso después del proceso de gestación y parto".

La ordenanza, que sustituirá a la aprobada en 2013, tiene como objetivo la protección y defensa de los animales de compañía, fomentar la tenencia responsable, la convivencia pacífica, la adopción como alternativa a la compra de mascotas, la lucha contra el abandono. También persigue las conductas incívicas, como las de aquellos que utilizan el espacio público para dejar abandonados los excrementos de sus mascotas, y la proliferación de plagas.

Los perros no podrán viajar en guagua

Los perros grandes no podrán viajar en guagua porque el gobierno tripartito ha rechazado regular la situación de los animales en el transporte público colectivo en la ordenanza que solicitaron, a través de alegaciones, tres asociaciones animalistas, el Pacma y el Colegio de Veterinarios.

La nueva ordenanza elimina la prohibición actual de que las mascotas viajen en guagua y establece en el artículo 14.1b que sólo las mascotas de menos de 7 kilos que vayan en transportín podrán entrar el transporte colectivo, pero deja en manos de las compañía de transporte la decisión sobre el acceso de las mascotas de mayor tamaño. El anuncio en 2017 de la concejala de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, de que la nueva ordenanza permitiría a los perros viajar en guagua se ha quedado al final en una posibilidad que dependerá, en todo caso de Guaguas Municipales.

El artículo 14.2 dice que "el traslado en los medios de transporte colectivo de los animales de compañía no incluidos en el apartado anterior (artículo 14 1.b) quedará sujeto a lo dispuesto por las empresas públicas de transporte colectivo. En el caso de los taxis, el conductor del mismo podrá permitirlo".

En cualquier caso, aunque la ordenanza lo establece, las mascotas pequeñas podrán viajar si el chófer lo permite, ya que la compañía de transporte sólo permite la entrada de perros de asistencia, con el correspondiente distintivo de acreditación, acompañando a sus dueños.

Inmaculada Medina, justificó la negativa a regular el transporte de las mascotas al asegurar que se “está negociando” el asunto con Guaguas Municipales. "Se está negociando con Guaguas Municipales la posibilidad, marcando unos criterios y unas pautas, de que los perros de gran tamaño viajen el transporte público, porque no depende solo de nosotros. Cuando se alcance un acuerdo, se modificará la ordenanza", aseguró Medina.