La crisis que atraviesa el centenario astillero gallego Hijos de J. Barreras amenaza con llevarse por delante el ferri que tiene firmado con Naviera Armas desde hace un año. La atarazana viguesa, que una década atrás construyó algunos de los buques más avanzados de la flota de la compañía canaria, solicitó el preconcurso de acreedores la semana pasada y ahora busca una solución contrarreloj para su deuda que debe llegar antes del dos de febrero, fecha en la que se hará efectiva su quiebra.
Barreras tiene en la actualidad proyectos bloqueados y retrasados, en unos casos por impagos y en otros por sobrecostes, que han acabado por afectar a la viabilidad del astillero. La construcción de dos ferris para la noruega Havila quedó paralizada en julio y las perspectivas para los cruceros de lujo encargados por Ritz Carlton en su primera incursión en el sector naval tampoco resultan halagüeños.
La cadena hotelera ya ha tenido que anunciar la cancelación de su primer viaje de crucero, previsto para este próximo invierno, y ha fijado para junio de 2020 el arranque de sus operaciones. Este retraso, que supone una mancha en la reputación de una empresa dedicada al lujo, también ha encendido las alarmas en el fondo de capital riesgo Oaktree, de modo que ambos se han puesto al frente de la actividad en el astillero tras constatar un aumento de los sobrecostes.
Cese del presidente
La toma de control del astillero por parte de Ritz Carlton y Oaktree forma parte de la batalla accionarial que se ha vivido en las instalaciones de la avenida viguesa de Beiramar durante los últimos meses. El mayor paquete de acciones de Barreras continúa en manos de la petrolera estatal mexicana, Pemex, cuya gestión está siendo auditada por el propio gobierno del país latinoamericano. A finales de septiembre, la petrolera ejerció su mayoría del 51% en la junta de accionistas y apartó de la presidencia a José García Costas, que posee otro 24%.
Lo que se decide durante estos días es el plan de futuro del astillero y las prioridades que tienen sus propietarios actuales o futuros. Mientras Pemex mantiene el silencio, en Galicia se da por hecho el desembarco directo de Ritz Carlton y Oaktree no solo en la gestión, sino también en el accionariado de Barreras, como un modo de asegurarse los plazos de entrega de su primer buque y así evitar nuevas demoras en sus travesías iniciales. Todo, sin aclarar lo que ocurrirá con la atarazana una vez estos estén concluidos.
El barco de Armas es uno de los que forma parte de esa cartera de pedidos de Barreras ahora en entredicho. El ferri, de cuyo anuncio se cumple este jueves justo un año aunque su construcción aún no ha arrancado, es una versión mejorada del Volcán del Teide y el Volcán de Tinamar, buques gemelos que también nacieron en la atarazana viguesa. Está previsto que tenga 190 metros de eslora y capacidad para 1.800 pasajeros, lo que según indicó en su día la naviera canaria, lo convertirá "en el momento de su entrega en el mayor de su clase construido en España".
Mientras todo esto ocurre en los despachos, en las gradas del astillero la faena se mantiene en su mínima expresión tras la declaración de preconcurso, que fue admitida esta misma semana por el Juzgado de lo Mercantil radicado en Vigo. El crucero de The Ritz Carlton Yacht Collection es el único que mantiene cierta actividad, aunque el número de trabajadores ya se ha reducido: donde antes podía haber 1.300 operarios ya no quedan más de 200. "El grueso se ha ido a la calle", lamenta un empresario de las industrias auxiliares afectadas en declaraciones recogidas por el Faro de VigoFaro de Vigo.
