"Están amenazando fijo con navajas". Este es el sentir de muchos vecinos de las Ramblas de Jinámar. Los altercados que se produjeron en la noche del pasado martes a las puertas del bloque número 4 de la avenida Joan y Víctor Jara son solo "la gota que colmó el vaso", pues los residentes en esta zona del extrarradio de Las Palmas de Gran Canaria denuncian la "conflictividad" que han tenido que soportar en los últimos meses a causa de varios menores internos en un centro de acogida tutelado por el Gobierno de Canarias.

Las intimidaciones y las escandaleras se han convertido en "lo normal" en esta zona de la capital, siempre según su propio relato. "Desde hace unos meses hemos recibido el malestar de distintos familias del barrio" , señaló este jueves por su parte el presidente de la asociación de vecinos Thenesor, Paco Suárez. Este representante vecinal reside también en las Ramblas. "Hemos solicitado una reunión con la directora del centro para nos explique el procedimiento y cómo se lleva a cabo la tutela de estos chicos", apuntó. Igualmente, Suárez ha reclamado un encuentro con la directora general de la Protección a la Infancia y la Familia, Iratxe Serrano Ávila. "Queremos información, que nos den explicaciones y soluciones al respecto, estamos cansadísimos con esta situación" , apuntó. "Lo del otro día terminó como terminó, pero no son los primeros pleitos en esta calle en los últimos meses, ni mucho menos" , señaló Suárez.

El martes, pasados unos minutos de las nueve de la noche, los gritos despegaron a más de uno del televisor. Un altercado formado por unas 20 personas rompía el silencio a las puertas del centro de acogida situado en el bloque 4. Unos dicen que todo empezó por parte de los menas migrantes [menores no acompañados] acogidos en el centro, mientras que desde las instituciones achacan todo a los vecinos, quienes supuestamente empezaron a insultar.

Los vídeos que han circulado estos días por las redes sociales muestran a un grupo de personas lanzando sillas, con piedras y también descargando extintores entre ellos. Según la versión de los educadores facilitada a las instituciones públicas, uno de los menores resultó herido en la cabeza, por lo que tuvieron que darle varios puntos de sutura y, además, "le saltaron un diente", apuntaron las fuentes. Los responsables del centro añadieron que tuvieron que salir a rescatarlos para evitar que siguieran agrediendo a uno de ellos. El supuesto agresor fue arrestado en la mañana del jueves por la Policía Nacional. Lo hicieron en presencia de numerosos vecinos, quienes se mostraron claramente descontentos con la detención. "Ellos son los culpables" , señalaron varias jóvenes en referencia a los menores del centro.

"No son todos, es un grupito que vino hace unos meses, el resto van a su aire" , recalcaron. "No paran de amenazar y estamos hartos", aseguraron molestas las chicas. El centro presentaba un aspecto deplorable en la mañana del jueves; cristales estallados en algunas ventanas y con los barrotes de las rejas arrancados. "Los han roto ellos mismos para poder escaparse por las noches" , indicaron los distintos vecinos. "Algunos son de quita y pon" , especificaron. "Están desde temprano bebiendo cerveza y con drogas", apuntó Juan José, vecino de las Ramblas, a las puertas de la Asociación de Ayuda de Alimentos Guaxayra.

El centro proporciona paquetes de comida a más de 500 familias, según Basilio Hernández, el presidente. No obstante, esta zona de Jinámar cuenta con la peor renta de toda la provincia de Las Palmas -unos 4.756 euros al año por persona- en base a los últimos datos aportados por la Agencia Tributaria; un barrio donde predominan el desempleo y los subsidios son la única fuente de ingresos. "En un barrio marginal como este, lo que nos faltaba es un local como este, se rompe la convivencia", apuntó Paco Suárez por su parte.

Y lo cierto es que los vecinos no están contentos con esta situación de conflictividad. "El otro día amenazaron a una mujer con un cuchillo, pegándoselo al costado", apuntó una amiga de Juan José. Otros hablan de robos en los rellanos, incluso a plena luz del día. Los altercados del martes, al parecer, son solo la punta del iceberg.