La reforma del Pueblo Canario se ha cargado los flamboyanes que daban sombra a la zona central del conjunto arquitectónico situada entre el Bodegón y el Museo Néstor. Las únicos ejemplares de gran porte que han escapado son las cuatro palmeras que han crecido durante años delante del Bodegón y del museo.

En el lugar, que fue ideado por Néstor Martín-Fernández de la Torre, sólo crecen tras la rehabilitación del espacio pequeñas plantas, como redondas o capas de la reina y otros arbustos. La única sombra que los visitantes pueden disfrutar en el recinto es la que proporcionan las sombrillas del bodegón, que reabrió sus puertas el pasado mes.

Los árboles fueron plantados entre los años 80 y 90 y muchos de los que han ido a reencontrarse con el viejo bodegón echaron de menos los ejemplares de Delonix regia, una especie que se caracteriza por tener una copa muy ancha y achaparrada y por sus flores rojas. En el lugar de uno de ellos hay ahora una losa de cemento, para cubrir el hueco.

El otro estaba plantado en un parterre, justo a la entrada, donde ahora hay capas de la reina en no muy buen estado, no se sabe si porque no han pegado aún por estar recién plantadas o por falta de riego.

Fuentes de Urbanismo y Parque y Jardines, que dirigen los concejales Javier Doreste y Inmaculada Medina, respectivamente, han justificado la desaparición de los dos ejemplares de flamboyán, por la necesidad de "proteger" el pavimento de cerámica del suelo.

Las fuentes aseguraron que los flamboyanes "estaban afectando de manera considerable al mosaico del pavimento, que está protegidísimo, y por esa razón se decidió extraer los ejemplares, para evitar el daño que estaban causando".

Se trata, destacaron, de "una especie muy invasiva. El flamboyán es muy bonito, crece muy bien en Canarias, pero debe plantarse a una distancia de diez metros. Esos dos ejemplares estaban afectando gravemente al pavimento y hubo que tomar una decisión. El árbol puede ser muy bonito, pero si va a tirar la casa abajo, hay que elegir".

No aclararon las fuentes si los flamboyanes serán sustituidos por otros árboles de gran porte, aunque en principio todo parece indicar que no, porque podrían afectan al mosaico.

"Ahora se está poniendo otro tipo de vegetación, con otras especies menos invasivas", explicaron desde el Ayuntamiento, que añadieron que Parques y Jardines procede en estos momentos a la reposición de árboles en el hotel Santa Catalina y el Estadio Insular.

La eliminación de estos flamboyanes se añade a la tala y trasplante de otros árboles y palmeras en la ciudad durante los últimos cinco años -muchos de ellos a causa de las obras de la MetroGuagua-, una circunstancia que ha hecho saltar la voz de alarma de los colectivos ecologistas y ambientalistas, cuyos portavoces reclaman medidas de protección para los ejemplares de gran porte.

También critican la resistencia del gobierno tripartito a plantar árboles de gran porte en las nuevas plazas y espacios libres de la ciudad, como la del frente marítimo y la de Las Lagunetas, y denuncian que no se repongan las palmeras que han sido taladas, como las del parque de Santa Catalina o la calle Luis Morote. En esta última calle han sido tapados varios huecos donde antes crecían palmeras.