Venir a impartir una conferencia a su ciudad imagino que es muy emocionante, ¿cómo se siente?
La verdad es que es muy emocionante porque no solo es mi ciudad, sino que también es un momento muy especial: la celebración del 40 aniversario de la municipalización de Guaguas Municipales, y yo guardo un grato recuerdo de Guaguas. Toda la primera fase de mi carrera deportiva, mientras iba a entrenar a las 6.00 de la mañana o a las 16.00 de la tarde, la recuerdo siempre yendo con los chóferes de la guagua que me preguntaban a las 5.30 de la mañana "¿Adónde vas, mi niño?". Y yo les decia: "Pues nada, a entrenar" [Ríe]. Entonces, es especial por esa parte, un poco más entrañable, de recuerdos, pero luego además es que, como bien has dicho, es mi ciudad y además no es en cualquier sitio, sino en el Auditorio. No se puede pedir más.
¿Qué es lo que trata de inculcar en la gente que acude a escuchar sus charlas? Porque imagino que habrá muchos perfiles diferentes...
Es cierto que va a ser un público variado porque, normalmente, en el resto de las conferencias que hago estamos en un entorno más empresarial. Suelen tener un objetivo muy concreto, que va variando según el espacio. En este caso, al ser un público variado, inesperado, es decir, al haber tanta incertidumbre de quién va a estar, qué van a hacer, de dónde van a venir, pues realmente habrá que estar preparados para adaptarse a ese público. La esencia de mis conferencias no tiene que ver tanto con el deporte, no es algo que vaya dedicado en exclusiva a deportistas, sino que va más allá: nosotros como seres humanos tenemos unas capacidades y un potencial del que normalmente no somos conscientes, y no hablo de que seamos capaces de hacer grandes gestas deportivas o de otra índole, sino sobre todo en términos más humanos. Vamos a hablar, básicamente, de las dificultades del día a día, de las complicaciones que a toda persona le van surgiendo. Ante una misma situación, las personas reaccionan de forma muy distinta y hay una serie de claves, de preguntas y de herramientas que podemos utilizar para hacer que esa situación se ponga a nuestro favor: no es aquello que nos ocurre lo que nos afecta, sino la interpretación que hagamos de ello.
Antes me hablaba de lo que suponía para usted Guaguas Municipales
Yo resaltaría la cotidianidad, y lo que quiero decir con esto es que yo solía coger siempre la misma guagua, la 2 o la 25, a veces la 1. Y claro, los chóferes ya me conocían, al chiquillo ese que iba con el bastón, con la mochila de entrenar, y estaba siempre tan cansado que me solía quedar dormido en las guaguas, pero iba con la tranquilidad de que generalmente no tenía que avisarles porque ellos muchas veces me decían que ya estaba en la parada. Tengo vivencias tan cercanas... Esa amabilidad, esa cercanía de pedirles ayuda y que ellos se brindaran a ofrecerla no la he vivido en otras ciudades del mundo.
Muchas cosas han variado en todo este tiempo...
Yo te diría, sinceramente, que ha variado lo visible, lo patente, que pueden ser las guaguas, las maquinitas con las que se paga, el bono-guagua. Lo que no ha variado para mí es la esencia, lo que sostiene a esta empresa, que es básicamente una imagen de esta ciudad, un reflejo. No ha variado la parte humana, que para mí sigue siendo lo que hace que merezca la pena coger la guagua.
¿Qué piensa de los nuevos proyectos que se están pensando para la ciudad en cuanto a movilidad sostenible?
Sinceramente, nuestra ciudad es lo bastante grande e importante como para que empecemos a impulsarla en cuantos más aspectos posibles, mejor. Y hacía falta ese impulso en cuanto a la movilidad porque todo lo que pueda facilitar que las personas que trabajan en Las Palmas, al igual que a las personas que vienen a visitarnos puedan moverse y mirar la ciudad de otra manera, pues bienvenido sea.
