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El aumento de la piratería en el golfo de Guinea encarece el comercio con África

"Eso de que lo que es malo para el vecino es bueno para mí no es verdad", advierte la Autoridad Portuaria l El área acumula el 82 % de los secuestros en lo que va de 2019

El caso del 'Blue Marlin' es un ejemplo de lo que ocurre en el golfo de Guinea. LP

El golfo de Guinea, una vasta área marítima en la que las empresas radicadas en los puertos de Canarias han puesto la vista a la hora de buscar nuevos negocios tanto en el sector offshore como el del transporte de mercancías, se ha convertido en los últimos tiempos en principal punto caliente de la piratería marítima mundial y acumula el 86% de las tripulaciones tomadas como rehenes y el 82% de las secuestradas durante los nueve primeros meses de 2019, de acuerdo con los datos recopilados por la Oficina Marítima Internacional de la Cámara de Comercio Internacional. Esta situación, que a vuelapluma podría parecer beneficiosa para los intereses del Archipiélago ya que les permite ampliar cuota de mercado, encierra en realidad problemas que pueden afectar a los planes portuarios para crear más vínculos comerciales entre Canarias y África al encarecer el coste de los fletes, según apuntan fuentes portuarias.

"Eso de que lo que es malo para el vecino es bueno para mí no es verdad", advierte el director comercial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan Francisco Martín, al tiempo que señala que la situación presenta tantos inconvenientes como ventajas para recintos como el de La Luz. "Las dos guerras mundiales dejaron a Canarias aislada y el comercio y la navegación disminuyeron', advierte.

Entre los perjuicios derivados de la piratería se encuentra el aumento en los gastos de personal o en el precio de los seguros, tanto los generales marítimos como los denominados P&I (protección e indemnización), lo que redunda en un incremento en el coste de los fletes. "Esta situación penaliza la exportación e importación de la zona, algo que nos afecta ya que cuanto más entre o salga del golfo de Guinea, más servicios se pueden prestar aquí", añade Martín.

Más allá de estos inconvenientes, existen algunas oportunidades para el negocio portuario en el Archipiélago derivadas de la inestabilidad en el golfo de Guinea. "Que haya problemas en la zona es una mala noticia, pero dentro de lo malo revaloriza el oasis de tranquilidad y seguridad que supone Canarias", en palabras del director comercial de los Puertos de Las Palmas. Al respecto, explica que recintos como el de La Luz sirven para hacer un preposicionamiento de las mercancías, de modo similar a la operativa que realiza Mediterranean Shipping Company (MSC) en la terminal de Opcsa, donde los grandes buques portacontenedores dejan preparada la carga para que otros más pequeños denominados feeder la repartan por la costa africana.

Las crecientes necesidades de defensa de las empresas que operan con el golfo de Guinea suelen ser cubiertas directamente en los puertos de origen de los buques en Europa, al menos en el sector del transporte de mercancías, por lo que Canarias no ha llegado a consolidar una oferta comercial en este sentido con empresas isleñas que ofrezcan a sus clientes mejoras en seguridad.

Sí que las hay enfocadas a la industria petrolera offshore, cuyas unidades se desplazan habitualmente entre puntos muy distantes del planeta y requieren de soluciones que sean fáciles de instalar y desinstalar. En el Archipiélago ya hay una compañía que ofrece a las navieras la colocación de habitaciones del pánico en el interior de los buques para que las tripulaciones se puedan refugiar en ellas en caso de un abordaje.

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