Los agentes de movilidad se plantean ir a la huelga durante la próxima campaña navideña para protestar por la inestabilidad, indefensión y precariedad que sufre el cuerpo y para exigir al gobierno municipal que les permita llevar a cabo la totalidad de sus funciones, entre ellas la de sancionar, algo que no pueden hacer desde que se les prohibió hace casi dos años a través de una orden del anterior jefe de la Policía Local. La convocatoria cuenta con el apoyo de los sindicatos UGT, CCOO, USPB, CSIF e Intersindical Canaria y los agentes se reúnen este miércoles13 de noviembre en asamblea para decidir si van a la huelga.

A juicio de los agentes, el Ayuntamiento de la capital grancanaria “tiene abandonado” al cuerpo y ha incumplido el acuerdo plenario alcanzado por unanimidad el pasado 29 de marzo, a propuesta de Ciudadanos y el Partido Popular, para aprobar una nueva orden que regule las funciones del cuerpo en la capital y permita que estos puedan trabajar en la calle con todas las garantías legales y puedan sancionar.

“El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no prioriza solucionar la inestabilidad e indefensión de este cuerpo”, denuncian los agentes en un comunicado, en el que plantean la urgencia de recuperar el ejercicio de todas sus funciones, previstas en el artículo 53 de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de 1986.

El colectivo se queja de que el gobierno tripartito “no ha hecho nada por crear un ambiente laboral estable y mejorar de condiciones de este cuerpo. Todo lo contrario, se ha ido minando el ejercicio de estos empleados”.

La prohibición de sancionar se produjo tras la sentencia en 2018 del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Las Palmas de Gran Canaria, después de varias anulaciones de multas. Los agentes indican que un error material en la modificación de la orden de creación del cuerpo impide el normal funcionamiento de este colectivo.

Además de los problemas para ejercer todas sus funciones, los agentes denuncian que no se respeta la instrucción horaria y tampoco se han convocado las mesas de negociación, solicitadas en reiteradas ocasiones por los sindicatos, para solventar este problema y garantizar el cumplimiento de dicha instrucción.

Y es que, según los agentes, se han producido “numerosos incumplimientos de medidas preventivas y correctoras” que han sido propuestas en informes de seguridad y salud laboral, “sin dotar al cuerpo de los equipos de protección individual necesarios, lo que los expone a un riesgo importante de salud y seguridad.

Además, añaden, “se han obviado informes de Prevención de Riesgos Laborales, realizado por la Unidad Técnica del Ayuntamiento, donde se informa sobre las medidas preventivas frente a riesgos con consecuencia dañina y estimación del riesgo importante, por ejemplo exposición a la radiación solar, exposición continua al ruido, a la absorción de polución emitida por el tráfico rodado, etc.”.

Durante los cinco años que tiene el cuerpo, el Ayuntamiento no ha dotado al cuerpo de la uniformidad y los vehículos oficiales necesarios para alcanzar la máxima eficiencia en la organización y prestación de los servicios públicos”, denuncian.

El colectivo llegó a tener 41 agentes, pero su número ha bajado a treinta, ya que once de ellos se han presentado a las ofertas públicas de empleo para policías locales y ahora son guardias. Isaac Santana, representante sindical de UGT, consideró que parece que lo que quiere el Ayuntamiento es que desaparezca el cuerpo. Añadió que “la situación se ha vuelto insostenible.Ahora se acerca la campaña navideña, donde el tráfico aumenta el doble o el triple y a veces nos vemos indefensos en la calle. Si no tenemos potestad para sancionar, no es normal que tengamos la potestad para regular el tráfico”.