El primer hundimiento causado por la erosión de las olas en esta zona de la Avenida, la más antigua, se produjo en 2006. Desde entonces se ha inyectado hormigón e instalado dados del mismo material cinco veces, contando la de ayer, lo que significa que cada dos años y medio el oleaje se encarga de socavar el subsuelo del paseo y, en ocasiones, el terreno que sostiene el carril derecho de la autovía. El segundo incidente se produjo en 2012, el tercero en 2014 y el cuarto en 2018. Según el estudio realizado por los técnicos en 2017, además del refuerzo de la escollera, el tramo más afectado por el oleaje, situado casi a la altura del Hospital, precisa de la construcción de un nuevo muro, "dado que el actual ya ha superado su vida útil".