Varios vecinos de los barrios de San Cristóbal y San José llevan meses padeciendo los problemas que han generado dos roturas en sendas alcantarillas. Mientras que en el barrio marinero, una posible obstrucción en las cloacas ha generado que el agua rebose hacia la vía pública, provocando la aparición de charcos de aguas fecales constantes a la puerta de dos viviendas, en el risco se han producido filtraciones desde la red de saneamiento en el sótano de una casa que lleva varios meses reclamando sin que se solvente la situación.

En la calle Santiago Tejera Ossavarry, a la altura de los números 58 y 59, aparece la tapa de una alcantarilla descolocada y parcialmente sumergida en agua, que continúa corriendo calle abajo. El único elemento que refleja que existe el problema y que alguien ha acudido a intentar solventarlo es un cono de tráfico justo delante de la cloaca para evitar tropiezos. Luis Casalla es uno de los residentes de la vivienda cuya puerta de entrada da directamente al vertido de aguas fecales. Según afirmó ayer, este es un contratiempo que llevan padeciendo "desde hace más de un año" sin que el Ayuntamiento capitalino ni la empresa pública de aguas, Emalsa, hayan hecho nada, de momento, por solucionarlo más allá de "algunas chapuzas" que no han servido para detener el derrame de aguas fecales a la vía pública.

"Cada vez que llueve, esto se llena de agua y comienza a rebosar. Vienen unos operarios con un camión, absorben el agua y limpian la calle, y luego se van y si te he visto no me acuerdo. Y, claro, continúa lloviendo y esto vuelve a desparramarse", explicó Casalla. Según él, se arregló todo el sistema de saneamiento de la calle hasta poco más allá de la iglesia del barrio marinero, pero sin llegar a su vivienda, a partir de la cual "se quedaron supuestamente sin presupuesto para continuar". Según el Consistorio de la capital, Emalsa está elaborando un proyecto para reparar "un problema que existe en la red" y que los operarios municipales se encargan de llevar a cabo "labores de mantenimiento casi diarias para evitar los vertidos". Este periódico trató de contactar, infructuosamente, con la empresa pública de aguas para conocer los detalles del plan que están realizando.

Un problema cronificado

Por su parte, en la calle Tajinaste, que para muchos es el límite entre los barrios de San Juan y San José, las averías en la red de saneamiento han generado numerosos inconvenientes entre los vecinos de varias viviendas. A pesar de que todo el sistema de saneamiento fue renovada al realizar la reforma integral de la vía, ha sufrido ya varios desperfectos que han generado filtraciones en los sótanos de varias edificaciones. Es el caso del número 13, propiedad de Pino Déniz, quien lleva sufriendo años de humedades en varias estancias de su casa. La última de ellas apareció hace unos meses y todavía sigue activa debido a la inacción del Ayuntamiento, que desde hace varias semanas tiene conocimiento del problema.

Las filtraciones de aguas fecales en el sótano de la vivienda llegaron a provocar varios charcos en el suelo y el desprendimiento del revestimiento de las paredes, así como el enmohecimiento de las moquetas que cubren el suelo. Según Déniz, "estos vertidos solo generan problemas de salud y malos olores". En un primer momento, esta residente dio aviso a Emalsa, puesto que en otras ocasiones había sido la red de abasto la que había tenido roturas, pero operarios de la empresa acudieron al lugar a hacer análisis de las aguas y se percataron de que eran fecales, por lo que le pasaron la pelota al Consistorio. Varios técnicos municipales fueron en esta ocasión a ver las consecuencias, hace ya más de 90 días, y desde entonces nada más ha sabido. "No han hecho nada, pero la agua, aunque con menor intensidad, sigue colándose por los muros y afectando a los cimientos del edificio", lamentó.

Según fuentes municipales, en lo que a esta vivienda respecta, "la obra está prevista para ejecutarse los días lunes, martes y miércoles de la próxima semana con el fin de arreglar un tramo de tubería que se había averiado y que había provocado las filtraciones".

Este es, según el presidente de la Asociación de Vecinos de San Juan, Antonio Ortega, un problema común en la mayoría de las calles del barrio capitalino, que sufren las consecuencias de tuberías averiadas con bastante asiduidad. Por ello, una de sus grandes peticiones históricas al Consistorio ha sido un saneamiento integral de la red de alcantarillado que pasa por las vías de este núcleo para evitar que las aguas fecales o de abasto sigan brotando al exterior o filtrándose en las viviendas que, por su colocación en las laderas de la montaña se ven más afectadas por este tipo de humedades que pasan de un nivel superior a otro inferior.